Edición 2013 - Número 261
José Antonio Pérez
(Artículo publicado originalmente en la bitácora JotDown).
Acaba Mystic River en La Primera. Digo: qué peliculón y pienso que tengo que ir al ordenador a terminar algo. Pero antes me doy un paseo por las otras cadenas. Llego a Cuatro y me topo con un plano medio de Iker Jiménez escrutando los folios que tiene en la mesa. Está callado, música tenebrosa, pienso que quizá se haya muerto y han decidido emitirlo. Entonces, de pronto, se mueve. Levanta la cabeza —se está quedando calvo, pienso, y está echando papada—, y mira a cámara. Me mira. Y me informa de que, de un tiempo a esta parte, las manzanas saben raro. No saben como antaño. Le gusta esa palabra. Antaño. No la dice, la mastica. Antaño, antaño, antaño.
Iker me dice que los plátanos también saben raro. De las ciruelas ni hablamos. Todo sabe raro, dice, y seguro que lo has notado. No veo a dónde quiere llegar. Entonces levanta una ceja y me lo aclara. A continuación, en la nave del misterio, trataremos el tema de los transgénicos.
Mientras me pregunto qué tienen los transgénicos de misterioso o sobrenatural, Iker anuncia un estupendo debate en el que habrá —algo aparentemente inaudito en Cuarto Milenio— dos científicos. También, dice, tendremos con nosotros a “dos amigos” muy conocidos en el programa. Pero antes, echemos un ojo a un interesante documento.
Entra un vídeo con planos de gorrinos evidentemente yanquis. No es que reconozca la procedencia de un cerdo con solo mirarlo, pero es evidente que esos granjeros no son de Castilla. El realizador ha decidido poner a las imágenes ese filtro marrón con textura acartonada que ponen siempre en Cuarto Milenio, como para que las cosas den miedo. Música inquietante. Gorrinos del terror.
Sobre las imágenes de los cerdos, una voz muy engolada me dice que Internet está llena de artículos que hablan del peligro de los transgénicos. Dice que una vez una rata se quedó ciega por culpa de un transgénico. Habla de Monsanto. Y de cáncer, por supuesto.
Luego, volvemos al plató. Sigue la música inquietante. Iker me mira y me presenta a los contertulios. Conozco a uno de ellos. Personalmente, digo. Está en el lado de los científicos, no en el de los “amigos”. Es José Miguel Mulet, doctor en bioquímica y biología molecular. Le he visto en varias conferencias y hemos coincidido en alguna que otra cena. Sabe un montón de transgénicos. A su lado hay un profe de la Complutense. Los dos amigos de Iker no son doctores en nada. Ni falta que hace. Uno de ellos es un colaborador habitual del programa, ni idea de cómo se llama, pero alguna vez le he visto grabando psicofonías por YouTube. Parece un tío simpático, muy sonriente. El otro no me suena, pero tiene cara de mala leche y dice ser muy ecologista. Lo dice en seguida, en cuanto le presentan dice yo muy ecologista o algo así.
Empieza el debate. Los doctores sostienen que los transgénicos están sometidos a unos controles extraordinariamente estrictos. Eso, dicen, los hace mucho más seguros que los productos ecológicos. Mulet saca a colación la crisis del pepino. El Tío Muy Ecologista se indigna. Dice que nada de eso es verdad y que él ha leído muchísimas páginas de Internet donde se dice claramente que los transgénicos son malos. Malísimos. Habla de patentes, monopolios, cáncer y ceguera. La mejor vacuna, dice literalmente, son los melones de Villaconejos.
El debate se calienta. Mulet dice que para los medios es más rentable inventarse peligros que hacer pedagogía. Espero que el realizador me dé un plano de Iker, pero no lo hace. Sigue la música inquietante. El de las psicofonías sonríe tímido, apenas habla. Juraría que no quiere estar ahí. Parecer querer irse a su casa y que le abrace su madre. Parece a punto de decir me vais a perdonar, pero lo mío son los fantasmas, no los transgénicos.
Iker pone fin al debate dando la última palabra a los dos doctores. Ellos insisten en la seguridad de los transgénicos e invitan a los espectadores a informarse por sus propios medios y a ser críticos. El volumen de la musiquilla misteriosa sube un poco e Iker promete que habrá más debates como este, entre científicos y defensores de los melones de Villaconejos. Luego, comenta no sé qué sobre los peligros de la ouija.
URL: http://www.jotdown.es/2012/12/jose-antonio-perez-la-ciencia-contra-los-…
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