El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 267
Francisco José Noriega Zaragoza
(Artículo publicado originalmente en la bitácora Vida sana y bienestar).
El nacimiento de esta pseudociencia y sus peculiares bases encuentran su raíz en una revelación divina. Sus seguidores afirman que los remedios florales puede tratar un amplio espectro de enfermedades, entre ellas podemos encontrar dolencias tan dispares como el cáncer de colon y el asma. El sentido común y la investigación científica demuestran su total falsedad.
El Dr. Bach fue un médico inglés amante de lo místico
Edward Bach nació en Inglaterra en 1886. Cursó sus estudios de medicina en la Universidad de Birminghan, completándolos en el University College Hospital de Londres. A lo largo de su formación académica obtuvo entre otros los siguientes títulos: Licenciado del Real Colegio de Médicos, Miembro del Real Colegio de Cirujanos, Diplomado en Salud Pública, Licenciado en Ciencias...
En la práctica trabajó como bacteriólogo, cirujano residente en el National Temperance Hospital y profesor de bacteriología, llegando a ser nombrado director de dicho departamento en 1916. En 1919 Bach desarrolla su profesión en el London Homoeopathic Hospital como bacteriólogo y patólogo.
Finalmente, en 1922 Bach se dedicó a buscar remedios herbarios en un laboratorio financiado por él mismo. Como conclusión a sus experiencias desarrolló toda una filosofía del tratamiento de las enfermedades, consistente en ignorar la naturaleza de la enfermedad y centrar la acción terapéutica en lograr la perfecta armonía entre alma y mente. Para explicar el funcionamiento de esta práctica Bach indica que: "No se requiere ciencia alguna, ni conocimientos previos... sin ciencia, sin teorías, pues todo en la naturaleza es muy simple. Este sistema de curación... se nos ha revelado divinamente".
Su método trata a la enfermedad como una manifestación física de desequilibrios emocionales
La terapia floral no tiene como objetivo actuar sobre la dolencia directamente, sino sobre la forma de ver la vida que tiene el paciente y su estado de ánimo. Para ello realizó una clasificación de las siete actitudes o estados de ánimo que a su juicio eran causantes de problemas de salud en el ser humano:
Temor.
Incertidumbre.
Apatía.
Soledad.
Influenciabilidad.
Desaliento o desesperación.
Preocupación excesiva por el bienestar ajeno.
Bach enumera en su obra "Healt Thyself: An Explanation of the Real Cause and Cure of Disease" una relación de plantas que presuntamente son capaces de tratar cada una de las actitudes enumeradas.
Para preparar los remedios hay que sumergir las flores en agua pura y dejarlas al sol varias horas hasta que comiencen a marchitarse, posteriormente, de la esencia obtenida se añaden dos gotas a un frasco de 30 mililitros que debe llenarse con agua mineral y unas gotas de brandy como conservante.
Los terapeutas florales indican al paciente la frecuencia con que deben tomar el remedio y la combinación de esencias necesarias para tratar cada caso. Según indica el propio Bach, todos los remedios son puros e inofensivos, por lo que no existe riesgo de sobredosis ni de interacción con otras sustancias.
Las pruebas experimentales demuestran que la terapia floral de Bach tiene una efectividad nula
Generalmente esta terapia es considerada como una variante de la homeopatía y a excepción de Chile y Cuba no es reconocida por ningún sistema sanitario ni está reglamentada por ningún país.
Los estudios clínicos controlados como los de Armstrong y Ernst (1999), Walach (2001) y Pintov (2005), así como los sometidos a revisión científica (Ernst, 2000), demuestran la total ausencia de efectividad de esta terapia, por lo que debe ser considerada como un mero placebo.
Si el/la lector/a no se siente satisfecho con las pruebas que le ofrece la ciencia moderna, puede reflexionar sobre el hecho de que todas las flores que conforman esta terapia son naturales de la región en la que el Dr. Bach tenía su domicilio y ninguna otra flor de ninguna otra región del mundo tiene este tipo de propiedades.
Esta terapia puede resultar muy peligrosa para la salud, ya que los pacientes pueden retrasar la visita al médico mientras esperan la acción curativa, máxime teniendo en cuenta que los terapeutas florales interpretan el empeoramiento de los síntomas siguiendo la ley homeopática de la dirección de la curación, que concibe el empeoramiento de la sintomatología como un indicio de que el mal está siendo expulsado del enfermo.
Bibliografía:
La Curación por las Flores, Edward Bach, EDAF 2003.
Más Allá de la Ciencia, Ignacio Lutzky, 1991.
El fraude de las flores de Bach y la homeopatía en general, Ramón Escobedo, RAP 2008.
Informe del Comité de Ciencia y Tecnología en el que se recomienda al Parlamento Británico dejar de financiar a la homeopatía por su ineficacia (Gran Bretaña, 2010).
Informe del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (España, 2011).
URL: http://suite101.net/article/flores-de-bach-jugando-con-la-salud-a76555Volver al sumario