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El Escéptico Digital - Edición 2014 - Número 275
Ricardo Campo Pérez
(Noticia publicada originalmente en el diario La Opinión de Tenerife).
Desde hace algunos años, las universidades españolas, ayuntamientos y centros sociales han empezado a ceder aulas, paraninfos y salones para actividades más propias de las ferias de fenómenos y de charlatanes vendedores de crecepelos. Es como si les hubiese entrado un deseo irreprimible de arrojar su prestigio, o su simple consideración social como centro de investigación más o menos respetable, por alguna alcantarilla. La Lista de la Vergüenza (http://listadelaverguenza.naukas.com) es una web alojada en Naukas (http://naukas.com), uno de los portales de divulgación científica más importantes de España. El hacedor de la Lista es el abogado Fernando Frías, que mantiene informado a todo el que desea conocer qué disparates acogen las universidades españolas y otros lugares públicos.
Entre los actos, cursos y aquelarres variados en lugares pagados con dinero público destacan los relacionados con la homeopatía (que no cura ni el catarro a un ratón), plantas medicinales (un peligro si no han pasado controles farmacéuticos), estupideces como la "alimentación natural", antivacunas que han conseguido que el sarampión rebrote, reiki, "aprender a respirar" (sí, tal y como lo leen) y otras muchas ocurrencias que un público predispuesto consume porque le parece original, emotivo, bien presentado y avalado por médicos enrollados.
Una mezcla de elucubraciones conspiracionistas, marketing y descaro ha llevado al éxito a presuntas terapéuticas que parecen producto de una competición por soltar el mayor disparate; y todo disfrazado de ciencia y vanguardia, por supuesto. Porque ésta es una de las claves del negocio de la salud y del resto de historias alternativas: su desprecio y su apego simultáneo por la ciencia; el desprecio por su método, y el apego por su imagen.
El ejemplo más obvio es el de los misterios prefabricados cultivados en las redacciones de las revistas del sector y fomentados por empresarios que no conocen otra forma de prosperar más que engañando al cliente por medio sujetos expertos en ofrecer duros a cuatro pesetas, como se decía antiguamente.
Y venden patrañas que eran antiguas en el siglo XIX como si fueran el último modelo de Smartphone. Gran parte de ellos pasan por la Lista, la de la vergüenza.
A esta vergonzosa Lista va a ir a parar, si no lo ha hecho ya, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que ha recibido un gol por toda la escuadra al ceder su paraninfo a un congreso del misterio el próximo mes de junio, que no es un congreso de misterios, porque los misterios son cosas muy distintas de las que allí van a tratar; es una reunión ocultista de la división más cutre que se pueda imaginar.
Compartirán vacaciones pagadas un presentador de radio de temas paranormalísimos, una "médium" repelente que aseguró hace tiempo que sintió tristeza e impotencia al no poder evitar el accidente aeronáutico de Los Rodeos (hasta ahí llega la bajeza de esta gente) y otros variados personajes al calor de la familla y de la credulidad más lamentable de un público que se contenta con migajas y desperdicios pseudo-espirituales.
En mi opinión, la ULPGC haría bien en informarse adecuadamente y con antelación de a quién cede su espacio para actos que se dirigen contra el espíritu que debe primar en cualquier universidad.
URL: http://www.laopinion.es/opinion/2014/04/17/lista-verguenza/537328.html
URL: http://www.elplural.com/2014/02/10/dejad-que-los-ninos-los-alejen-de-mi/
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