La Sala 1 de lo Civil del Tribunal Supremo ha dictado una importantísima sentencia en la que revoca la condena impuesta por la Audiencia de Baleares a Antena 3 Televisión y a la Asociación de Prevención Sectaria RedUNE, que les obligaba a pagar, respectivamente, 92.000 euros y 12.000 euros al demandante, Thomas Hertlein. Sobre la demanda presentada por Hertlein informaba RedUNE en esta entrada de su blog: «Demandan a RedUNE y a su presidente, Juantxo Domínguez, por defender el derecho de las ONG a la difusión de información y prevenir el abuso de debilidad». //www.redune.org.es/news/demandan-a-redune-y-a-su-presidente-juantxo-dominguez-por-defender-el-derecho/
La sentencia del Tribunal Supremo dice que el reportaje objeto de la demanda partió de la información ofrecida por una fuente objetiva y fiable como era la asociación RedUNE, entidad sin ánimo de lucro cuya finalidad es «prevenir e informar a los ciudadanos sobre grupos peligrosos, sectas o actividades equiparables». Asimismo, y el resultado en negrilla es nuestro, «existían indicios objetivos, notorios, evidentes, de que (el demandante) podía estar lucrándose mediante una organización dirigida a engañar a personas con graves problemas de salud, que la medicina no puede solucionar, ofreciéndoles el resultado seguro de supuestas terapias alternativas carentes de base científica».
La sentencia es una gran noticia para toda la sociedad y, de manera más específica, para las organizaciones y particulares que trabajan para evitar la manipulación de enfermos desesperados. Les invitamos a que lean el comunicado hecho público ayer por el Consejo General del Poder Judicial (http://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Poder-Judicial/Noticias-Judiciales/El-Tribunal-Supremo-revoca-una-condena-a-Antena-3-Television-por-un-reportaje-de-camara-oculta).
ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico felicita sinceramente a Juantxo Domínguez y a RedUNE por el resultado de la demanda a la que se habían enfrentado por su defensa de personas especialmente vulnerables. El mundo en que vivimos es un poco mejor gracias al trabajo desinteresado de quienes defienden a las víctimas de abuso de debilidad.