La Asociación Catalana de Comunicación Científica (ACCC), junto a la Asociación Española de Comunicación Científica (AECC), y ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC) han redactado una carta conjunta al Defensor del Lector del diario La Vanguardia mostrando la preocupación por la publicación en ese medio de contenidos de dudoso rigor científico en el espacio “La Contra”, y que puede firmarse aquí.
Barcelona, 30 de enero de 2013
A la atención de Josep Rovira, defensor del lector de La Vanguardia,
Como periodistas y comunicadores científicos, hemos observado con preocupación que La Vanguardia (LV) reserva sistemáticamente espacios destacados, muy especialmente La Contra, para informaciones contrarias al conocimiento científico, y a veces incluso al mismo sentido común. Escribimos para pedir que LV tenga en consideración unos mínimos criterios de rigor científico al elegir los temas a tratar y los entrevistados.
Dos ejemplos recientes de este problema son una entrevista a Joe Dispenza en La Contra (09/01/2013, ya entrevistado el 14/08/2007), cuyas afirmaciones sobre mecánica cuántica y neurociencias carecen notoriamente de fundamento científico; y un reportaje sobre Masaru Emoto en el Magazine (18/01/2013), cuyas declaraciones sobre la “memoria del agua”
han quedado desmentidas en conocidos experimentos, publicados en la revista Nature, entre otras.
La situación se hace aún más confusa, ya que estos mensajes se yuxtaponen a contenidos científicos, lo que les da a dos informaciones tan dispares la misma credibilidad, a los ojos del lector no prevenido.
Nos duele reconocer que informaciones de este tipo se dan en todos los medios. Sin embargo, la importancia de LV y la recurrencia de esta situación en sus páginas nos ha empujado a dirigirnos al defensor del lector. El pasado año 2012, la Generalitat galardonó a LV con su premio de comunicación científica, motivado por el “rigor ejemplar” de su información científica. Excelentes reportajes científicos abundan en el diario, sin embargo La Contra y otros espacios presentan a menudo contenidos totalmente contrarios a este rigor.
Una de las funciones esenciales del periodismo es filtrar la información, ordenarla y jerarquizarla, para ofrecer al lector un marco conceptual para interpretar la realidad. Los criterios de jerarquización posibles son muchos, pero no nos cabe la mínima duda de que la relevancia, calidad y fiabilidad científicas son criterios irrenunciables, especialmente para asignar espacios tan destacados como La Contra o una entrevista en el Magazine. Además, la calidad de algunos entrevistados es dudosa aún sin tener en cuenta criterios científicos. Esto es especialmente grave cuando los entrevistados pueden usar la credibilidad otorgada por el medio para lucrarse, a través de contratos con empresas, venta de libros, terapias, y otros medios. No pedimos respeto sólo por la ciencia, sino sobre todo por el periodismo de calidad, tanto el científico y el especializado, como el generalista.
Vivimos en un mundo complejo y en crisis, y el periodismo es una herramienta esencial para orientarnos en una realidad con muchas caras. No faltan asuntos fascinantes y controvertidos, en los cuales el conocimiento científico se entrelaza con debates éticos o conflictos sociales: esperamos que LV lo tenga en cuenta, especialmente al momento de
asignar espacios destacados del diario.
Atentamente,
Associació Catalana de Comunicació Científica (ACCC)
Asociación Española de Comunicación Científica (AECC)
Sociedad por el Avance del Pensamiento Crítico (ARP‐SAPC)