el escéptico
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De Oca a Oca
D
esde hace unos pocos años se está imponiendo
la idea de que las empresas deben ser social-
mente responsables. Hasta hace poco se habla-
ba de RSC, Responsabilidad Social Corporativa, pero
ahora es más habitual hablar de Responsabilidad Social
Empresarial.
La idea detrás de esa sigla es que la empresa debe ser
mucho más que una maquina de crear valor para los
accionistas. Por supuesto que las empresas deben ganar
dinero, pero no sólo eso, deben ser “responsables”, lo
que implica un sinfín de cosas.
Por un lado está la responsabilidad con sus propios
empleados, deben ir mucho más allá de cumplir todas
las normas legales y deben conseguir que sus empleados
se desarrollen tanto profesional como personalmente,
que haya una compaginación entre la vida laboral y
profesional. Por otro lado hay un compromiso en que los
productos que adquiere, tanto si son materias primas como
productos manufacturados, estén hechos por empresas
que son respetuosas con los derechos humanos, que no
empleen a niños, que sean lo más amigable posible con
el medio ambiente, etc.
Además hay un compromiso de tratar a todas las personas
implicadas, empleados, proveedores,
accionistas y clientes de una forma
honrada y ética.
Cada día hay más datos de que ser
una empresa RSE es bueno, pues a la
larga si el personal, los proveedores y
los accionistas están satisfechos, se traduce en un mejor
servicio al cliente y, por lo tanto, en mayores beneficios.
han contestado que es que “se trata de programas de
entretenimiento”. ¿El que sea “programa de entrete-
nimiento” es la disculpa para admitir cualquier cosa?
¿Dónde está el respeto que merezco como persona?
Lo que más me indigna es que a muchos de esos
programas se les otorgan los “Premios Ondas” y otros
similares.
Ahora se conceden muchos premios a las empresas
más comprometidas con la RSE, espero que no se
lo den a los medios que engañan
a sus clientes con falsedades para
defender sus posturas de creyentes
en lo paranormal. Tal vez sea una
esperanza vana pues, hoy por hoy,
me da la sensación de que la única
responsabilidad social que se exige
a las empresas de comunicación audiovisual es que el
índice de audiencia sea alto.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
Félix Ares
Al ver los programas que
abundan en nuestras radios y
televisiones se me ponen los
pelos como escarpias.
¿Llegará un momento en que de verdad los ciudadanos
tengamos fuerza y sólo compremos a las empresas
responsables socialmente? ¿Lograremos que se
considere irresponsable emitir, como si se tratara
de un documental grabado en la Luna, una película
hecha en un estudio? ¿Lograremos que se consideren
irresponsables a las empresas que emiten“psicofonías”
grabadas en Belchite (o en cualquier otro sitio) sin
ninguna comprobación de que eso es cierto?...
Nosotros somos los consumidores. La respuesta está
en nuestras manos.
(Archivo)
Al ver los programas que abundan en nuestras radios y
televisiones se me ponen los pelos como escarpias. Pa-
rece que lo único que importa es la audiencia. Si ésta es
buena, da la sensación de que todo lo demás no importa.
Sobre todo me sorprenden muchos de los programas que
tienen que ver con lo paranormal, en los que la verdad
hace mucho tiempo que parece no tener ninguna impor-
tancia; de no ser así no se entiende que en esos programas
a veces se emitan películas de ficción, fabricadas en estu-
dio, como se fueran hechos auténticos; o se emitan psico-
fonías que son claramente una grabación falsa; testimo-
nios trucados; se dan por buenas entrevistas con perso-
nas que claramente
tienen un problema
mental,...
¿Dónde está la
RSE de las emi-
soras de radio y
televisión?
¿Se
puede engañar al
“cliente”, a noso-
tros, a los oyentes
y televidentes, sin
que pase nada?
Ante mis quejas,
algunas veces me