el escéptico
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Editorial
E
ste número, como ya han deducido al leer la
portada, está dedicado a las pseudociencias en
Cuba.
Uno de los trabajos que presentamos es el «Retablo de
Pseudoterapias». En él se habla de fi siognomía. La verdad
es que me gustó que en el retablo de pseudoterapias en
Cuba se incluyera esta cochambrosa y arcaica idea —que
promoviera en el siglo XIX Cesare Lombroso— de que la
cara nos dice si somos delincuentes o buenas personas.
POLÍTICA BASADA EN PRUEBAS
Cada vez veo más pseudociencia en los
departamentos de recursos humanos de
las empresas”.
Pero lo que más me ha sorprendido es que ahora se
utiliza en Recursos Humanos. La verdad es que cada vez
veo más pseudociencia en estos de departamentos de las
empresas. En estas mismas páginas hemos hablado de
departamentos de RRHH que utilizan el horóscopo o la
grafología. Pero, últimamente ha llegado a mis manos
una revista de una famosa organización de usuarios de
banca en la que en su última página interior, hay una
sección dedicada a la fi sognomía. En ella nos ponen
la foto de un personaje y nos dicen sus características
personales basándose en su cara. Algo así como que las
orejas abiertas (en soplillo) indican que es una persona
extrovertida, o lo contrario, no lo recuerdo bien. Ni me
importa. No quiero dedicar recursos de mi cerebro a
recordar chorradas.
Iba a decir una barbaridad: ¡Manda huevos!
Manda huevos que hoy, en el siglo XXI, haya personas
que piensen que la personalidad, la capacidad de trabajo,
la adecuación a un puesto de trabajo, se refl eje en cómo
tenemos las orejas… ¡Que os voy a decir! Solamente se
me ocurre una cosa: ¡Manda huevos!
Y hablando de cosas que mandan huevos, acabo de leer
que una de las propuestas de nuestro presidente (del
gobierno) para hacer frente a la crisis es favorecer la
compra de coches menos contaminantes. La idea que
supongo que está detrás es que como en la actual crisis
ha jugado un papel importante la subida del precio del
petróleo, una forma de disminuir nuestra dependencia es
que nuestros coches consuman menos. Nada que objetar
en el largo plazo. Pero subvencionar la compra de un
coche nuevo porque consume menos es sencillamente
una barbaridad. Nuestro presidente (y mucha otra gente)
se olvida de que el precio de un coche es proporcional
al consumo de energía que hay en su fabricación. Es
decir, al ahorro por consumo de combustible, hay que
quitar el consumo por fabricación del coche. ¿Y cuál es
el resultado?
Hace unas semanas me invitaron a un curso de verano
cuya directora era Teresa Giménez Barbat, una antigua
directora ejecutiva de ARP-SAPC. Mi charla la titulé
«Política basada en pruebas». Lo que en ella defendía
Las entrevistas de trabajo incluyen diversas técnicas de se-
lección a veces agresivas y muchas veces pseudocientífi cas.
(Archivo)
Las decisiones políticas pueden ser transcendentales para
un gran numero de personas y para las generaciones futuras.
Los retos actuales precisan una política global basada en la
realidad y la ciencia, no en las ideas, la fe o un ideario de par-
tido. En la foto: Blair, Bush y Aznar en las Azores, donde se de-
cidió —con pruebas falsas, o en ausencia de ellas— atacar
unilateralmente a Iraq. (Archivo)
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¿Saben ustedes lo que han hecho cuando
las estadísticas han mostrado que se
equivocaban?: Seguir manteniendo su modelo.
¡Que la realidad no estropee una buena idea!”.
era que la política, dentro de lo posible, debe basarse en
pruebas, en hechos comprobados, no en especulaciones
gratuitas. Uno de los ejemplos que puse fue el de la famosa
subvención para cambiar de coche. Cogí una hoja de
cálculo e hice cuatro números (al estilo de los problemas
de Fermi de los que hablaremos en este número). Traté
de calcular el costo energético durante toda la vida de
un conductor (suponiendo que son cincuenta años). En
un caso consideraba que la persona era muy responsable
y que cambiaba de coche cada cinco años por otro que
mejoraba la efi ciencia en un 5% (mejorar la efi ciencia un
5% cada cinco años es mucho). En otro caso consideraba
que la persona era «mucho menos responsable» y que
cambiaba de coche cada diez años. Es decir, mantenía
un coche inefi ciente durante cinco años más que el
«energéticamente responsable». Al meter en la ecuación
el costo energético de fabricar el coche, y con un
consumo anual de 10 000 km, me salía que era mucho,
pero mucho, más rentable energéticamente mantener
el coche durante diez años que cambiarlo por uno más
efi ciente cada cinco. Ergo la política de subvencionar el
cambio de coche para disminuir consumo energético y
mejorar el cambio climático, es, sencillamente, errónea.
Tal vez sea correcta para los que hacen un uso intensivo
del coche: taxistas, viajantes,... Pero para el ciudadano
con un consumo habitual es un error.
que se equivocaban: ¡Nada! Seguir manteniendo su
modelo. ¡Que la realidad no estropee una buena idea!
Ya para acabar voy a poner otro ejemplo del Reino
Unido. Algún biempensante pensó que si la drogas en
las cárceles eran un problema (y lo son), una solución
sería hacer controles al azar entre los reclusos, y a los
que se les pillase que habían consumido drogas se les
quitarían ventajas penitenciarias. El resultado ha sido
absolutamente inesperado. Se ha cambiado el consumo
de marihuana por la heroína. ¿La razón? La explicación
es que la marihuana se detecta durante casi tres semanas,
mientras que la heroína deja de ser detectable a los dos o
tres días. Ergo los presidiarios tienen menos probabilidad
de «ser cazados» si usan heroína que si emplean
marihuana.
¿Saben lo que han hecho las autoridades del Reino Unido
ante estas pruebas? Nada. ¡Que la realidad no estropee
una buena idea!
¿Estoy equivocado al exigir a nuestros políticos que sus
decisiones se basen en pruebas y no en buenas ideas?
Por supuesto que hay temas que son ideológicos y deben
resolverse ideológicamente. Por ejemplo, ¿un estado
confesional o aconfesional? ¿Aumentamos los impuestos
y redistribuimos la renta o los bajamos? ¿Aumentamos la
pensión de las viudas o no?... Pero pocas dudas tengo
de que hay muchos temas en los que hay o puede haber
pruebas. Y lo mismo que desde estas páginas estamos
exigiendo una medicina basada en pruebas creo que es el
momento de que también exijamos una política basada
en pruebas.
Félix Ares
Presidente de ARP-SAPC
Muchas veces nos olvidamos de lo obvio. El coche más
efi ciente energéticamente es «no tener coche» y usar el
transporte público.
Otro de los ejemplos que puse se refería a lo que hacen
en Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda de
dar lecciones de conducir en los institutos «porque con
ello disminuiría el número de muertos entre los jóvenes
conductores». Nada más fi
lantrópico, nada mejor
pensado… salvo que al hacer estudios estadísticos se
ha demostrado que enseñar a conducir en los institutos
aumenta ligeramente el número de muertos en vez de
disminuirlos. Las estadísticas son las estadísticas y no nos
dicen las causas de ese fenómenos, pero se intuye que es
debido a que al hacerlo de ese modo disminuye la edad a
la que empiezan a conducir y la edad sí es importante en
los accidentes mortales. ¿Saben ustedes lo que han hecho
en esos tres países cuando las estadísticas han mostrado
Política magufa: Los Mythbuster demostraron que era prácti-
camente imposible hacer explotar una estancia llena de vapo-
res de gasolina con un móvil. Los políticos españoles también
han prohibido su uso en gasolineras. (Discovery Channel)