el esc
é
ptico
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El rollo del cine
Título:
Planet 51
Director:
Jorge Blanco, Javier Abad,
Marcos Martínez
Año:
2009
En el Planeta 51 vive pacíficamente la familia
de Lem, un adolescente que está más preocu-
pado de pedirle la mano a su amiga Neera que
de lo que en ese momento está llegando del
cielo: Una auténtica nave espacial con un te-
rrícola, el capitán Chuck Baker, que se verá
sorprendido al conocer que el singular planeta
no solo está habitado, sino que se parece de-
masiado a su querida Tierra. La cacería aliení-
gena está servida
Claves para comentar y discutir
*Chuck, el humano, pasa a ser el típico extraterrestre de película de ciencia ficción. La sensación es muy chocante y
paradójica.
*¿Qué piensas que ocurriría si los humanos encontráramos otras civilizaciones? ¿Iríamos en son de paz o de guerra?
¿Cómo pueden recibirnos?
*El humano llega al Planeta 51 sin el conocimiento de que haya vida inteligente en él. ¿Qué señales crees que se pueden
tomar a simple vista para saber si un planeta está habitado?
Textos para otros comentarios
El siguiente texto está sacado de “Las brujas ¡vaya timo!” de Manuel Bear, Editorial Laetoli. ISBN: 978-84-92422-22-7
Entre febrero de 1692 y mayo de 1693 tuvo lugar una de las cazas de brujas más conocidas y mejor documentadas
de esta particular historia de la infamia, en la que 150 fueron detenidas e interrogadas, y 19 – catorce mujeres y
cinco hombres – fueron encontradas culpables y ahorcadas (no quemadas). Lo insólito de este episodio no radica
solo en su carácter tardío sino en que ocurrió muy lejos de la vieja Europa. Los nombres de los condados por donde
transcurrió la caza – Essex, Suffolk, Middlessex – evocan la campiña inglesa pero están situados al otro lado del
Atlántico, en el Estado de Massachussetts (Estados Unidos), a poco más de una veintena de kilómetros al norte
de Boston. Hasta este lugar llevaron los colonos europeos sus esperanzas y sus fantasmas. Los acusados de bru-
jería fueron conducidos a la ciudad donde se celebraron los juicios, fundada en 1626 en la desembocadura del río
Naumkeag por Roger Conant, que eligió este emplazamiento para sede de su compañía pesquera. Tres años después
de la fundación, el nombre indígena del lugar fue reemplazado por Salem, una palabra de origen bíblico derivada
del hebreo shalom, que significa paz.
El Escol
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