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en 1999 por Tanzania, donde se ilustra el incidente (fig. 2).
Muchos avistamientos de luces nocturnas de larga
duración y escaso desplazamiento son debidos a confusiones
con otros planetas también bastante brillantes como Júpiter o
Saturno, e incluso estrellas de gran brillo como Sirio.
Incluso nuestro propio satélite, la Luna, por increíble que
parezca, ha sido confundido en ocasiones con un ovni. El
grupo ufológico-escéptico francés CNEGU llegó a identificar
hasta una docena de casos empleando un método ciertamente
peculiar: el llamado “ciclo de Saros” para los eclipses. Cada
6585,32 días (18 años 11 días y 8 horas) la Luna vuelve a
situarse en el mismo punto del cielo nocturno, lo que permite
reconstruir varios años después las circunstancias de una
antigua observación ovni. A modo de ilustración incluyo esta
hojita bloque de nueve valores sobre el eclipse total de sol
Q
uisiera comentar algo sobre los estímulos que
pueden ser confundidos con ovnis. Entre los de
origen astronómico, el ejemplo paradigmático sería
el planeta Venus, también conocido como “lucero del alba”
por su brillantez excepcional. En la figura 1 vemos un valor
perteneciente a una emisión de diez (en doble banda) puesta
en circulación por los Estados Unidos en 1991 mostrando
los distintos planetas del Sistema Solar (más la Luna) y las
diferentes sondas americanas que los han visitado; a todos
menos Plutón. En el caso de Venus, se ha acompañado con
una imagen del Mariner 2, la primera sonda terrícola en
llegar hasta aquel planeta en 1962, descubriendo las elevadas
temperaturas de su atmósfera.
En ufología, son abundantes los casos en que este planeta
es confundido con un ovni. No obstante, en ocasiones tales
atribuciones son precipitadas y erróneas. Por ejemplo, en
1948 cuando el capitán Mantell se estrelló persiguiendo a
un supuesto ovni, la USAF aseguró públicamente que había
muerto persiguiendo a Venus. No sabemos si lo hicieron por
incompetencia o queriendo ocultar la verdadera explicación
secreta (que veremos en una próxima entrega). Sea como
fuere, aquí tenemos una hojita bloque puesta en circulación
Un marciano en mi buzón (3.3):
ovnis y fenómenos naturales
Luis R. González
Fig. 1
Fig. 2
Fig. 3
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juntos ambos bólidos, cabe la posibilidad de que se trate de
una confusión de fechas, dados los años transcurridos.
En un punto intermedio ya dentro de la atmósfera
terrestre pero de origen natural tendríamos fenómenos
como las auroras boreales, los rayos globulares e incluso
algún tipo de nubes. No conozco ningún sello que ilustre
un rayo globular, pero existen al menos dos emisiones con
ejemplos de auroras boreales (y australes). Esta pareja
de sellos estadounidenses de 2006 se refieren uno a cada
hemisferio (fig. 8).
En cambio, estos cinco valores de 2008 (fig. 9) muestran
imágenes de auroras observadas en el territorio antártico
británico.
Normalmente, los habitantes de las zonas donde se dan
estos hermosos fenómenos naturales están acostumbrados
a ellos y no los confunden con ovnis. Pero, en ocasiones,
las auroras pueden llegar a aparecer en zonas alejadas de
las habituales causando sorpresa.
Existen muchos otros fenómenos naturales (halos solares
y lunares, columnas solares, etc.) generalmente vinculados
a la presencia de hielo o inversiones de temperatura en la
atmósfera que también han sido en ocasiones confundidos
con ovnis, sobre todo en las interpretaciones ufológicas
de las “maravillas celestes” de la Antigüedad. En 1992, el
que en 1999 pudo observarse desde Alderney, la más norteña
de las islas del canal de la Mancha (fig. 3).
En nuestro país, investigadores como Manuel Borraz y
Juan Carlos Victorio han llegado a identificar explicaciones
lunares para diversos casos, incluyendo algunos con
avistamiento de supuestos seres
1
.
Es también frecuente, sobre todo en los avistamientos
masivos, que el supuesto ovni (interpretado, no nos
confundamos, como nave extraterrestre tripulada) haya sido
un simple meteoro entrando en la atmósfera. Esta hojita
bloque argentina, con un sello en 3D y puesta en circulación
el 28 de julio de 2007, ilustra una de estas caídas. En esta
ocasión, el bólido se fragmentó y llegó a estrellarse contra la
superficie terrestre hace unos 4 000 años, formando lo que se
conoce como el “Campo del cielo”, donde hay documentados
unos treinta cráteres y se han recogido meteoritos de hasta 37
toneladas (fig. 4).
Otros dos ejemplos: La figura 5, sello puesto en circulación
el 25 de diciembre de 1998 por Ucrania, ilustrando la caída
del meteorito “Illinezkij” cerca del pueblo de Vinnitsa. A su
derecha (fig. 6), otro ruso referido a un impacto masivo de
meteoritos metálicos que ocurrió en Sikhote-Alin, el 12 de
febrero de 1947. Llama la atención la gran columna de humo
descrita por los testigos y que permaneció durante varias
horas.
Aunque existen casos dudosos como el famosísimo bólido
de Tunguska, conmemorado por este sello ruso emitido en
1957 (fig. 7). Cientos de teorías se han esgrimido sobre
el origen de aquella tremenda explosión. Los científicos
defienden la idea de un meteorito o cometa, aunque según
un reciente libro
2
los testigos oculares apuntan a DOS
trayectorias perpendiculares, y por tanto, a ¡dos objetos
distintos! Los ufólogos estamos acostumbrados a los grandes
errores de los testigos a la hora de estimar direcciones o
ángulos, pero parece que se adoptaron medidas de control
adecuadas (como la reconstrucción de los hechos sobre el
terreno). Sin embargo, como ninguno describe haber visto
Fig. 5
Fig. 7
Fig. 4
Fig. 6
Fig. 8
Fig. 9
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territorio antártico británico les dedicó una serie de sellos
(fig. 10).
Los dos últimos (de mayor valor facial) se refieren a
nubes de formas curiosas o que brillan en el cielo nocturno.
Existen muchos ejemplos fotográficos de nubes a las que se
ha pretendido hacer pasar por naves espaciales, como en este
conocido caso (fig. 11).
Por ello es recomendable familiarizarse con los distintos
tipos de nubes. Una iniciación puede ser este bello bloque
de 15 valores emitidos por el servicio postal de los Estados
Unidos en 2004 (fig. 12), que muestran todos los géneros
básicos… excepto uno, los nimboestratos. Fijaos en el sello
del extremo derecho de la fila central.
Próxima entrega: ¿Bases alienígenas?
El autor desea agradecer la colaboración de Giancarlo
D’Alessandro, ufólogo italiano editor del “PHILCAT.
Catalogo di UFOfilatelia” disponible en la red: http://web.
tiscalinet.it/Giada/
Asimismo, agradecería la colaboración de los lectores,
para ampliar la casuística filatelico-ufológica y pone a su
disposición éstos y muchos otros sellos de temática espacial
para todo tipo de exposiciones.
Notas:
1.
http://goo.gl/GzKN3 o http://goo.gl/ALIux
2.
Vladimir Rubtsov, THE TUNGUSKA MYSTERY, Springer (2009)
Fig. 10
Fig. 11
Fig. 12