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ace 20 años...
F
élix Ares centraba su editorial en algunas propuestas
para potenciar la sinergia en ARP/LAR. Unas, como
la de tener un archivo centralizado de referencias
cruzadas, parecen haber funcionado relativamente bien.
Otras, como la sección “Preguntas en busca de respuesta” o
la propuesta de trabajos en equipo, no tanto. Eran tiempos
“prehistóricos”, sin Internet ni nada parecido y el mayor
problema (como ya percibía el propio Félix) era la lentitud
de los procedimientos. Ahora, cualquier consulta o pro-
puesta colgada en la lista de correo es respondida o deba-
tida en días, si no en minutos… aunque de todas formas, a
juzgar con los continuos llamamientos a colaborar en nues-
tras publicaciones (sean digitales o en papel), parece que
se hace difícil dar el último paso. Desde aquí, os animo a
todos a hacerlo. Como veis, no es tan complicado.
Otra clara muestra del tiempo transcurrido es que enton-
ces aún se hacían simposios OVNI, y Javier Armentia to-
davía podía (y quería) asistir a ellos. Resulta esclarecedor
ver desfilar por su artículo (curiosamente, el único publi-
cado en LAR con un “Abstract” o resumen en inglés) a
personajes como Manuel Carballal, Javier Sierra, Enrique
de Vicente o Sixto Paz y comprobar lo mucho y lo poco
que han cambiado veinte años después. En su momento,
ufólogos como yo nos quejamos de que Armentia nos me-
tiera a todos en el mismo saco, y nos juntase con tan ma-
las compañías (de hecho, ninguno de los colaboradores de
Cuadernos de ufología intervino en dicho simposio), pero
tenemos que reconocer que los ufólogos escépticos siempre
fuimos unos parias, y que la ufología popular siempre ha
tenido esa componente religioso—místico-mesiánica (y lo
peor es que la sigue teniendo). De hecho, yo mismo, en otro
artículo de ese mismo número, comparaba la ufología con
el creacionismo, en el sentido de que la aceptación acrítica
de sus postulados no limita sus efectos a puntos concretos
(la evolución o la existencia de vida extraterrestre), sino
que socava los fundamentos del método científico y ataca
frontalmente todos nuestros conocimientos tan duramente
adquiridos.
En esta ocasión, como muestra de la internacionalización
de nuestro movimiento, se traducen dos artículos llegados
de Italia. Uno informa de la creación de nuestro análogo
en aquel país, el Comittato Italiano per il Controlo delle
La Alternativa Racional
número
19
Luis R. González
Del Editorial (Diciembre 1990)
“Sinergia.- f. Fisiol. Concurso activo y concertado de varios órganos para realizar una función.
Según la definición de Julio Casares en su Diccionario ideológico de la lengua española.
Muchas veces se ha hablado de la sinergia como de la energía creadora que surge cuando se
unen varias personas. Hay muchas experiencias que demuestran que varias personas traba-
jando juntas realizan mejor su trabajo que todas por separado. A veces esto se ha manifestado
diciendo que el todo era superior a la suma de las partes.
¿Habéis pensado alguna vez que la gran familia de LAR está formada por muchas personas?
¿Os habéis preguntado la cantidad de experiencias y de conocimientos diferentes que entre
todos tenemos acumulado? ¿Por qué no los juntamos para obtener la máxima potencialidad?
¿Por qué no trabajamos activa y coordinadamente para realizar una función?”.
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Affermazioni sur Paranormale (CICAP) y el otro
apunta a que la mente humana, en momentos de
crisis (general o individual) huye hacia lo irracio-
nal. Este punto es retomado de alguna manera por
Luis A. Gámez cuando intenta señalar las causas de
la atracción por lo oculto en la sociedad occidental
contemporánea. De entre todas ellas, me quedo con
la contradicción que supone que mientras las creen-
cias sobrenaturales traten de disfrazarse de ciencia
usando sus terminos (ufología, piramidología…) y
su lenguaje, incluso ya bien empezado el siglo XXI
una persona “culta” puede ser un completo analfa-
beto científico, ¡y hasta alardear de ello!
No quiero acabar esta reseña sin recordar un bre-
ve artículo cuyo revelador título me gustaría ver
más a menudo en la actualidad: “ARP, investigan-
do lo paranormal”. Puede parecer una pérdida de
tiempo, pero como no me canso de repetir, a mí me
apasiona descubrir por qué y cómo la gente es capaz
de engañar y/o autoengañarse. Una de las investiga-
ciones se centraba en un “dotado” con un “poder”
ciertamente peculiar e insólito: la capacidad de gra-
bar mentalmente cualquier palabra o frase deseada
en una cinta de audio o vídeo, con la misma voz
de los actores del original. Naturalmente, la prueba
resultó un fracaso estrepitoso, pero los participantes
quedaron convencidos de que el “sujeto” no mentía,
en el sentido de que creía efectivamente tener esos
poderes.