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Entrevista a
Jon Zabal:
Cualquier mentalista que no se identifique como
ilusionista probablemente intenta timarte
por Andrés Carmona Campo y Juan Soler
J
on Zabal es un mago y mentalista del País Vasco. Ha trabajado en numerosas ocasiones para
la radio y televisión con sus efectos mágicos y actualmente desarrolla dos espectáculos en
paralelo: Pensamientos encontrados, su show de mentalismo, y De menú o a la carta más
alta, en el que todo gira alrededor de la magia con cartas. Además, Jon Zabal destaca por su forma
particular de presentar su magia y mentalismo, siempre en un tono ameno y divertido donde no falta
el humor, algo que, aparentemente, choca con la idea tradicional que tenemos sobre el mentalismo.
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Hola, Jon. Ahora mismo estás presentando dos es-
pectáculos distintos, uno de cartomagia (De menú o a
la carta más alta
) y otro de mentalismo (Pensamientos
encontrados
). Evidentemente, estás dejando claro que
eres un mago. Pero la pregunta es: ¿es bueno que, como
mentalista, la gente sepa que además eres mago? ¿Qué
opinas de esos mentalistas que prefieren que no los mez-
clen con la magia?
Nunca he considerado que exista una diferencia entre el
mentalista y el mago. Un mentalista es un mago que se ha
decantado por esa especialidad. Aunque también es cierto
que no combino las dos disciplinas en una misma actua-
ción. El público reacciona de una forma distinta ante el
mentalismo que ante la cartomagia. Cuando haces un juego
de cartas es muy fácil arrancar un aplauso al final. Al reali-
zar un juego de mentalismo los aplausos suelen ser más tí-
midos, es una respuesta más intensa y, a la vez, más íntima.
Dicho esto, cualquier mentalista que no quiera que se le
identifique como ilusionista posiblemente intenta timarte.
En tu blog (http://www.jon-zabal.com/) dejas claro
en tus comentarios que lo que haces no es auténtico, y
llegas a decir: “Somos incapaces de leer el pensamien-
to, de volar a varios metros del suelo o de cortar a una
mujer por la mitad”. Lo de cortar a la mujer o volar a
varios metros es claro que no puede ser, pero ¿y lo de
leer el pensamiento? ¿Cómo es que un mentalista como
tú, que “lee” el pensamiento todos los días en el escena-
rio, luego dice que no es capaz de hacerlo?
En mis espectáculos no digo que leer la mente es impo-
sible. Simplemente lo hago. El público puede entenderlo
como quiera. Al acabar, si algún espectador se acerca y me
pregunta, le digo que todo ha sido una ficción. Muchos se
llevan un chasco, una especie de “los reyes son los padres”,
por eso casi nunca me creen y siguen pensando que puedo
adivinar sus pensamientos. Da igual lo que les diga.
¿Es necesario decir las cosas tan claramente como
tú las dices? ¿No es mejor cierta ambigüedad, dejar la
puerta abierta al misterio, a lo insondable… a que lo
estudien los “profesionales” del misterio, los Iker Jimé-
nez, J. J. Benítez y compañía?
Da igual. Por mucho que haga o diga, la gente no cree o
deja de creer por lo que ve en el escenario. El público viene
con su pensamiento definido desde casa y buscará siempre
evidencias que confirmen su hipótesis. Es un comporta-
miento habitual del ser humano. El que piense que existen
los poderes mentales seguirá creyéndolo después de verme,
por mucho que yo le diga que tan solo soy un ilusionista. El
que no cree, tampoco cambiará de opinión… solo que este
último estará en lo cierto.
En una ocasión, al acabar mi espectáculo, una señora se
acercó y me dijo que yo me hacía pasar por ilusionista para
que la gente no se diera cuenta que tenía poderes de verdad.
Todo se resume en la tan utilizada frase de Stuart Cha-
se (y que solía usar el gran mentalista Dunninger): “Para
aquellos que creen, cualquier explicación es innecesaria,
para las que no creen, ninguna explicación es suficiente.”
Algo que destaca en tus espectáculos es el humor. En
la cartomagia y otras ramas de la magia es habitual que
haya humor: Juan Tamariz, Mac King, etc. Pero es que
tú además mezclas el humor con el mentalismo, cuando
lo habitual es el mentalismo más serio, casi que da mie-
do: ¿cuál es tu experiencia con esta forma de presentar
el mentalismo apartada de la tradicional?
En el pasado muchos han utilizado el humor al presentar
mentalismo. De hecho, es la especialidad del ilusionismo
donde más fácil resulta encontrar situaciones cómicas. Lo
que ocurre es que en España, la cabeza visible de esta es-
pecialidad es el gran Anthony Blake. Él decidió hace años
utilizar presentaciones serias e intensas que le funcionan
perfectamente…cuando las hace él.
La influencia de Blake ha sido tan grande que muchos
no ven el mentalismo en otra “clave” y acaban copiándole.
Cuando hago demostraciones de telepatía, hipnosis o te-
lekinesia me veo a mí mismo como si fuera un superhéroe.
Los cómics están llenos de superhéroes. Algunos se ator-
mentan y se encierran en sí mismos y otro son más diver-
tidos. Hacen bromas, son gamberros y disfrutan del poder
que les ha tocado.
Para aquellos que creen, cual-
quier explicación es innecesa-
ria, para las que no creen, nin-
guna explicación es suficiente.
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Yo, que también tengo poderes, ficticios, pero poderes,
soy de estos últimos: los gamberros.
La reacción que esto provoca en el público es curiosa,
tardan unos minutos en entender el tono del espectáculo
pero luego se dejan llevar.
Uri Geller, cuando hacía demostraciones de sus supues-
tos poderes, no era muy serio. Lo hacía todo de forma natu-
ral y mira la que montó. Volvemos a lo de antes, el que cree,
creerá de todas formas.
Los mentalistas clásicos presentaban sus shows como
una prueba de poderes mentales, paranormales o eso-
téricos. Actualmente la tendencia es a huir de eso y a
orientarla hacia la psicología, el control verbal, etc., me
refiero a mentalistas del tipo Derren Brown, Keith Ba-
rry, etc. ¿Qué opinas de este tipo de giro en la forma de
presentar el mentalismo?
Es una forma de hacer más creíble la mentira escénica
que se presenta. Ahora la gente ya no cree tanto en pode-
res sobrenaturales y conjuros mágicos que al recitarlos te
hacen rico. Sin embargo, cualquier tontería que venga re-
vestida con el manto de la psicología resulta perfectamente
creíble.
A mí no me importa que un mentalista diga que tiene
un pacto con el diablo o que es un experto manipulador
de mentes o que observando los micromovimentos de otras
personas es capaz de saber lo que piensan.
Eso no es problema, siempre y cuando lo hagan en un
ámbito escénico y no utilicen esos argumentos más allá de
las tablas del teatro.
Hace poco James Randi estuvo de gira por España y
visitó Madrid y Bilbao. ¿Qué opinas de él?
Yo le vi en Bilbao. Me pareció curioso que una charla
sobre escepticismo se diera en la Universidad de Deusto,
una universidad católica. Desde ese escenario, casi nada de
lo que dijo parecía congruente.
Quitando eso, es una figura que me cae bien. Me hubiera
gustado que fuera una charla de él y solo de él y no una en-
trevista sobre su vida. Creo que muchos querían lo mismo
y por eso se quedó un poco corto.
Hay que tener mucho cuidado con estas charlas sobre
escepticismo. Deben estar bien estructuradas y ofrecer
argumentos sólidos. En caso contrario, si los argumentos
presentados son pobres, un oyente podría rebatirlos con fa-
cilidad y se posicionaría en la hipótesis contraria. Es lo que
en psicología social se llama inoculación, porque funciona
como antiguamente las vacunas.
Esto ha pasado en muchas charlas que he visto de este
tipo. En algunos casos por incompetencia del ponente y en
otros, como fue el caso de Randi, por no tener posibilidad
de explayarse.
¿Y qué opinión te merece el escepticismo organiza-
do? ¿Crees que es necesaria nuestra labor o que no hace
falta? Sé sincero, por favor.
A pesar de no pertenecer a ninguna asociación soy muy
escéptico e incluso –no puedo evitarlo- con las asociacio-
nes de escépticos. Con esta forma de pensar, algunas veces
me ha ido bien y otras he cometido errores garrafales. Pero
es mi caso.
Evidentemente, todo lo que ayude a evitar que roben a
personas está bien. Aunque, para ser sincero, pienso que
una persona con credulidad absoluta y otra totalmente es-
céptica son igual de fáciles de engañar.
Como eres mentalista, vamos a probar tus poderes
como futurólogo: con el paso del tiempo ¿qué crees
que va a ocurrir: que va a aumentar el racionalismo
y el pensamiento crítico, o que por el contrario lo que
aumentarán serás las supersticiones, pseudociencias y
otras supercherías?
El psicólogo Skinner consiguió, hace muchos años ya,
crear conductas supersticiosas en palomas. Pero tuvo que
crearlas, no las tenían “de fábrica”. Eso es esperanzador.
No sé dónde leí hace un tiempo que las creencias en es-
píritus, dioses y cualquier otro ser que nos observa tiene
una función adaptativa porque, al sentirnos observados, nos
comportamos mejor. Para demostrarlo hicieron un experi-
mento. No lo recuerdo bien pero la conclusión era que las
personas que se encontraban en una casa supuestamente
encantada mentían menos que las personas que estaban en
una casa “normal”. Eso es desesperanzador.
Muchas gracias, Jon, por tu tiempo y tus respuestas.
Y mucha suerte con tus espectáculos.
Gracias a vosotros. Antes de finalizar dejadme que os
cuente un pequeño juego para que podáis sentir lo que es
que la gente crea que tienes poderes.
Imaginad que alguien os invita a ti y más amigos a su
casa. En un momento, cuando nadie os vea, coged un ob-
jeto de otro invitado –puede ser unas llaves, una bolso, una
cartera, etc.- y escondedla en algún lugar, como si ese ob-
jeto hubiera quedado ahí por accidente. Bajo la cama, tras
un sofá o algo similar.
Cuando llegue la hora de irse, esperad a que la persona
en cuestión eche de menos el objeto. La gente le ayudará
a buscarlo pero no lo encontrarán. Entonces tú entras en
escena. Explica que tienes el poder de la clarividencia, con-
céntrate y simula encontrar el objeto con tu don.
Si la gente te pregunta cómo conseguiste ser clarividente,
respóndele con la frase más estúpida de la historia: “Es que
solo utilizamos el 10% de nuestra capacidad cerebral.”
Ficha artística
Jon Zabal Portugalete. 12- 09-1979
Espectáculos: “Pensamientos encon-
trados”, “De menú o a la carta más
alta” y próximamente “Prodigios”.
Publicaciones:
-Zabal, Jon. Palabra de mago. Barce-
lona: ediciones Marré, 2009.
-Zabal, Jon. Información Reservada.
Barcelona: ediciones Marré, 2011
Página web: www.jon-zabal.com/
Blog: www.jon-zabal.com/blog/