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ptico
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otoño 2014
des perros o animales exóticos, lo cual resulta muy contra-
dictorio. Antiguamente los animales se domesticaron para
muchas funciones, pero ahora su función en las sociedades
urbanas se ha reducido a ser animales de compañía. Las
películas de Disney han humanizado a los animales, por lo
que mucha gente interacciona con ellos como si fueran ni-
ños, prodigándoles un afecto enorme y cuidándolos mucho.
En definitiva, no hay que maltratarlos bárbaramente, pero
tampoco creo que haya razones suficientes para considerar
a los animales como objetos de derecho en igualdad con
los humanos.
Conclusiones
Las actitudes anticientíficas, pseudocientíficas y supues-
tamente ecologistas aquí analizadas existen en mayor o me-
nor grado entre los militantes ecologistas y son una com-
plicación innecesaria. Estas actitudes suponen un pesado
lastre para que el ecologismo sea considerado seriamente,
tenga éxito electoral, consiga poder político y pueda hacer
algo para evitar la catástrofe medioambiental y la sexta ex-
tinción en masa que está aconteciendo, debido a la super-
población y a la sociedad de consumo. El ecologismo tiene
un amplio campo de acción, tratando de hacer sostenible
el medio ambiente, fomentando las energías renovables,
protegiendo las especies vegetales y animales, denuncian-
do la contaminación y el calentamiento global, etcétera.
Los descubrimientos científicos y los adelantos técnicos
son fundamentales para mitigar los tremendos problemas
medioambientales que la especie humana está generando,
por lo que los ecologistas no deben quedarse anclados en
un ecologismo ingenuo y utópico. El ecologismo ha sido
fomentado más por las izquierdas que por las derechas,
pero los partidos ecologistas deberían tratar de ser un punto
de encuentro para desencantados, tanto de la derecha como
de la izquierda, que estén preocupados por la defensa del
medio ambiente. Además, está bien que fomenten los valo-
res más democráticos, pero los ecologistas tampoco debe-
rían ser los adalides de ideologías excesivamente feminis-
tas, pacifistas o republicanas, ni coaligarse con partidos na-
cionalistas, ya que estas son de interés común transversal o
más propias de otros partidos y organizaciones. Ahora bien,
el fomento de estas ideologías forma parte de estrategias
electorales partidistas y lo que debe evitarse totalmente es
el fomento de actitudes anticientíficas y pseudocientíficas.
La solución de los enormes problemas medioambientales,
que se están generando por la superpoblación y la sociedad
de consumo, debería basarse en un ambientalismo científi-
co, no en un ecologismo utópico y anticientífico.
Notas:
1-véase Molina, 2011, en El Escéptico
2-véase su página web: http://partidoequo.es
3-http://www.worldfoodprize.org/en/laureates/2013_laureates/
4-véase su página web: http://www.ecologistasenaccion.org/rubri-
que277.html
5-véase Ordiales, 2007, en El Escéptico
6-véase Molina, 2013 en El Escéptico
7-http://naturalhygienesociety.org/diet-veganbaby.html