Cuando una enfermedad causa inquietud pública, nunca falta quien aprovecha la confusión para publicitar sus disparates. En este caso, la enfermedad es el enterovirus, el oportunista es Josep Pàmies y el disparate es el MMS, siglas que aluden al ridículo nombre -Mineral Miracle Solution- de un desinfectante industrial al que quieren disfrazar de panacea universal. Esta pauta es intercambiable. Recordemos la crisis del Ébola; el oportunista seguía siendo Josep Pàmies y el disparate también era el MMS.
Aprovechando la oportunidad que le brinda el enterovirus, Pàmies publica hoy una entrada en su blog que comienza con esta frase: "Por precaución, a los niños que tengan algún sintoma que pueda ser catalogado de infección vírica, aconsejaría como es lógico el ingreso hospitalario y la administración de MMS (Dióxido de Cloro) CON PERMISO Y SIN PERMISO DEL MÉDICO (...)". Las mayúsculas son nuestras.
Hospitalizar a niños y administrarles un desinfectante industrial digan lo que digan los médicos es un consejo a la altura del consejero. Sobre todo cuando nos dice:"(...) Utilizar las dosis que se preescriben (sic) para enfermedades agudas tipo Dengue (sic), Chicungunya (sic)". En el mejor estilo panacea de carromato de barbero del antiguo Oeste, el MMS lo mismo vale para un roto que para un descosido. No se atreve a explicar quién preescribe el MMS para esas enfermedades y es una pena, porque sería muy interesante.
Sigue el dislate: "Lo mismo ocurre con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Es una enfermedad que de momento no tiene cura y por eso en la Unión Europea se ha autorizado como medicamento huérfano el uso de Clorito de Sodio (base del MMS) por sus efectos beneficiosos, incluso inyectado en vena". La redacción no es nuestra: transcribimos literalmente. Y remite mediante enlace a un documento de 2013 en que se declara al MMS medicamento huérfano; en el mismo documento se reconoce la inexistencia de ensayos clínicos y se recuerda que la declaración de medicamento huérfano no implica de ninguna manera la autorización de comercialización, sino un proceso regulatorio de aprobación menos complejo. El British Medical Journal advirtió en 2014 sobre el uso de MMS en pacientes con ELA: "Subjects no more: what happens when trial participants realize they hold the power?", BMJ, 2014; 348: p. 368.
Pàmies termina previendo los "ataques virulentos de los científicos que me persiguen como locos", debido que él se dedica a "informar de alternativas que no son rentables para la Industria farmacéutica". Pero el dolor que siente ante los padecimientos ajenos le lleva a recomendar SIN PERMISO DEL MÉDICO la administración de un desinfectante industrial a niños. Incluso inyectado en vena. Remata al despedirse con la recomendación de aceite de marihuana.
Pàmies recomienda aceite de marihuana, confunde una infección vírica con una enfermedad autoinmune, no sabe qué es ni para qué sirve un medicamento huérfano, se declara víctima de una conspiración científica... y con todos esos deméritos, todavía se permite dirigirse a la sociedad atemorizada para recomendar la administración de un desinfectante industrial a niños enfermos. Aunque los médicos no lo autoricen.
Pàmies se presenta interesadamente como un altruista perseguido si no le ceden espacios públicos gratuitos para sus fines particulares, Si no lo remedia la alcaldesa de Arenys de Mar, este domingo 22 de mayo empleará un espacio municipal, el Teatre Principal, para divulgar sus disparates. Solo nos cabe esperar que el sentido común y la prudencia más elemental se impongan y que no se cedan espacios públicos para promover la ignorancia pseudocientífica de la que Pàmies ha hecho profesión.
Pueden consultar la entrada completa, titulada "Alarma en Catalunya por los niños enfermos de enterovirus D68" a través de este enlace.