Cuando una enfermedad causa inquietud pública, nunca falta quien aprovecha la confusión para publicitar sus disparates. En este caso, la enfermedad es el enterovirus, el oportunista es Josep Pàmies y el disparate es el MMS, siglas que aluden al ridículo nombre -Mineral Miracle Solution- de un desinfectante industrial al que quieren disfrazar de panacea universal. Esta pauta es intercambiable. Recordemos la crisis del Ébola; el oportunista seguía siendo Josep Pàmies y el disparate también era el MMS.
Aprovechando la oportunidad que le brinda el enterovirus, Pàmies publica hoy una entrada en su blog que comienza con esta frase: "Por precaución, a los niños que tengan algún sintoma que pueda ser catalogado de infección vírica, aconsejaría como es lógico el ingreso hospitalario y la administración de MMS (Dióxido de Cloro) CON PERMISO Y SIN PERMISO DEL MÉDICO (...)". Las mayúsculas son nuestras.