(Noticia publicada originalmente en El Diario.es).
Un hombre de 67 años acude a las urgencias de un hospital pacense. Sufre unos dolores terribles en la tripa, completamente insoportables. Ya ingresado y entubado, y tras innumerables exámenes, los médicos detectan una grave infección del páncreas, seriamente dañado. Casi tres semanas después de su ingreso y tras varias intervenciones y hemorragias digestivas, el paciente fallece. Los médicos que le tratan solo encontraron una razón que pudiera explicar esa pancreatitis súbita, ya que carecía de antecedentes de alcoholismo u otros hábitos tóxicos, complicaciones diabéticas, alergias, intervenciones quirúrgicas o traumatismos.