Con todo el trabajo que genera organizar un congreso, lo único que nos faltaba es que se adelantara el fin del mundo y no pudiéramos celebrarlo. Casi lo consigue el pastor Harold Camping, que ha "adelantado" la fatídica fecha al 21 de octubre de 2011, dos semanas después de nuestro encuentro. Además lo ha puesto en viernes, que nos va a hacer trabajar toda la semana para morir justo los días de descanso.