El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 268
Seila Sánchez
(Noticia publicada originalmente en Mundo Obrero).
El rey de la casa Boiron, el Oscillococcinum -un supuesto remedio contra la gripe- y su segundo de a bordo, el Arnicare -que contiene una sustancia tóxica que en diluciones homeopáticas es supuestamente antiinflamatoria-, son dos de los preparados que están entre los cuatro productos acusados de inefectividad.
La compañía francesa de productos homeopáticos Boiron tendrá que pagar 12 millones de dólares en Estados Unidos para evitar una demanda colectiva producto de la publicidad engañosa de sus supuestos remedios. Esta empresa ha aceptado pagar 5 millones de dólares a los demandantes particulares que solicitan la devolución de su dinero, con una indemnización no superior a 100 dólares por demandante particular, debido a la violación de las leyes del estado de California de publicidad engañosa, puesto que queda demostrado que al menos cuatro de sus productos no curan ni tratan aquellas enfermedades para las que han sido publicitadas.
El rey de la casa Boiron, el Oscillococcinum -un supuesto remedio contra la gripe hecho a base de corazón y cerebro de Cairina moschata, un tipo de pato- y su segundo de a bordo, el Arnicare -que contiene una sustancia tóxica que en diluciones homeopáticas es supuestamente antiinflamatoria-, son dos de los preparados que están entre los cuatro productos acusados de inefectividad.
La indemnización no es solo consistente en una cuantía económica, sino también en la obligatoriedad de incluir en EEUU una advertencia donde diga que la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos, en sus siglas en inglés) no verifica su efectividad, además de una explicación sobre el método de dilución del principio activo homeopático. Estos cambios de etiquetado le costarán a Boiron otros 7 millones de dólares.
Para entender en qué consiste la homeopatía, se han de conocer las 2 grandes leyes de esta supuesta medicina alternativa. La primera es que aquello que te daña, te cura. Por ejemplo, si aparece en nuestro cuerpo urticaria (ronchas, quemazón, elevación de la piel y de la temperatura localizadas), la solución será tomar unas bolitas de azúcar impregnadas en tintura madre de Urtica Urens o Apis Mellifera, entre otras. Esto no es más ortigas y abeja machacadas. Si esto aún no desafía lo suficiente los conocimientos mínimos de la medicina occidental, el segundo principio de la homeopatía representa el acabóse: cuanto más diluido está el principio activo, más efecto tiene el “medicamento” en el cuerpo. Las diluciones homeopáticas representan una extravagancia en sí mismas, ya que se basan en la “memoria del agua”, que no es más que el recuerdo que el agua tiene de haber estado en contacto alguna vez con el pobre insecto triturado, aunque ya no quede molécula alguna disuelta en el líquido con que se impregna la bolita de azúcar.
La homeopatía, como es lógico, no ha demostrado jamás su efectividad más allá del efecto placebo. Aún así, se puede encontrar en farmacias, existen títulos universitarios en homeopatía impartidos por universidades públicas, y demás aberraciones promovidas por la poderosa industria homeopática.
Decir que en España todos los productos homeopáticos carecen de la autorización de la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), aunque el lobby homeopático (que es mucho más real que la efectividad de sus productos) presiona para que se incluyan estos caramelitos como un medicamento más en la maltrecha sanidad pública, pese a que un informe encargado en 2007 por el Ministerio de Sanidad revela que la efectividad de esta y otras “terapias alternativas”, habiendo sido medidas en ensayos clínicos, no ha sido demostrada en ningún caso.