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Mundo Escéptico DUDAR DE NOSOTROS MISMOS Sergio López Borgoñoz ¿FE EN LA CIENCIA? CUESTIONARSE LAS EXPLICACIONES CIENTÍFICAS Viene esto a cuento porque en mi habitual ojeada de los medios escépticos de allende los mares, y en el número 1/2009 del NMSR Newsletter of the New Mexicans for Science and Reason, figura una sección en la que una persona contesta cuestiones científicas de (Autor) los lectores. La pregunta en cuestión que formula uno de ellos es: ¿La expansión cósmica separa toda la materia, incluso nuestros órganos? y la respuesta, resumida, es: «La expansión cósmica trabaja en todas las escalas, pero su fuerza es tan minúscula, que sus efectos sólo son mensurables en objetos ligados por fuerzas débiles. Así, todos aquellos cuerpos ligados por fuerzas más consistentes, no notarán sus efectos». Esta explicación, al parecer concluyente, pudiera ser cierta, pero bien pudiera no serlo. Admito que suelo tomar estas revistas como fuentes solventes, y, en general, todo lo incluido en ellas lo incorporo sin más cuestionamiento en mi acervo cultural Pero esta explicación despertó mis alarmas ¿es la expansión cósmica «una fuerza»? Yo creía que las fuerzas sólo son cuatro (la gravitatoria, la electromagnética y la nuclear fuerte y débil). Y si la expansión no es una fuerza... ¿qué es? ¿tiene fiabilidad el resto de la explicación? ¿entiende bien el autor aquello que trata? A veces, simplificar en exceso una cuestión científica puede acarrear graves consecuencias, pues es peor un conocimiento falso, que un desconocimiento. Algo similar ocurre en el Skeptical Inquirer de diciembre de 2008, cuando Benjamin Radford (un escéptico de pro a quien tuve el placer de conocer en el congreso escéptico de 2005 de Buenos Aires (Argentina) responde a la pregunta: ¿Cuál es la explicación de que N osotros, los que nos consideramos escépticos y tomamos a la ciencia y su método como el único camino para obtener conocimiento sobre lo que nos rodea, descartamos de entrada todas aquellas afirmaciones que parezcan estar basadas en hechos sobrenaturales o no comprobados. Por otra parte, también solemos incorporar todas aquellas que, proviniendo de una fuente considerada solvente, tenga una apariencia científica y parezca compatible con nuestro conocimiento anterior. Sin embargo, pudiera ser que, ante hechos sorprendentes o no intuitivos (que podríamos definir como todos aquellos procesos inconscientes basados en la experiencia), nos contentemos con la primera explicación que se nos antoje científica, con tal de eliminar otras posibles explicaciones sobrenaturales, quitándonos de encima, además, la sensación de desconocimiento o duda. Siguiendo este hilo de razonamiento, es probable que a veces estemos asumiendo falsas explicaciones con apariencia científica, para dejar así el «caso cerrado». A veces, simplificar en exceso una cuestión científica puede acarrear graves consecuencias, pues es peor un conocimiento falso, que un desconocimiento". Probablemente, una sensación similar (digamos la «repugnancia hacia el desconocimiento») fue la que produjo las primeras explicaciones sobrenaturales a los fenómenos naturales. Me viene este pensamiento al comprobar que muy frecuentemente escucho a científicos o «cientifistas» (si pudiéramos llamar así a aquellos que, sin disponer de conocimientos científicos, asumen el método científico y tratan de aplicarlo en su vida cotidiana) quedarse satisfechos con hipótesis científicas falsas o no contrastadas, a hechos supuestamente mágicos; y no sólo eso, sino que a veces las explicaciones científicas son tanto o más rebuscadas (y a veces absurdas) que las sobrenaturales (que, por supuesto, quedaron descartadas de antemano) el escéptico 22 algunas personas puedan clavarse agujas sin dolor y sin sangrar? En la respuesta, que muy probablemente sea correcta, alude a que entran en juego razones psicológicas y fisiológicas. En cualquier caso, es una explicación que nos dejará satisfechos a los escépticos, puesto que excluye cualquier argumento sobrenatural. Sin embargo, indica que «algunas personas pueden adiestrarse a sí mismas en blindarse contra el dolor y controlarlo»; una simple frase que aparece inmersa en una argumentación mucho más amplia y bien fundamentada, pero que me suscita alguna duda... ¿cómo se puede «adiestrar» uno a sí mismo para no sentir dolor?. Siendo probable que ello sea así, y utilizando tan sólo este caso como ejemplo, ¿es razonable exigir que la divulgación científica seria fundamente cada afirmación con pruebas sólidas, para poder distinguirla de la divulgación frívola? ¿es posible divulgar sin utilizar aproximaciones aunque no sean 100% rigurosas? Llevando este tema al extremo, Jay Pasachoff, en la misma revista Skeptical Inquirer, también denuncia el caso de «Knol» la nueva iniciativa de Google que pretende competir con Wikipedia (está accesible en knol.google. com). El propio Jay, como experto en eclipses, redactó la entrada correspondiente a este término, pero además decidió buscar información respecto al embarazo ya que su hija se encuentra en ese estado. Cuál fue su sorpresa al leer en el abstract que «La homeopatía es ideal para las mujeres embarazadas ya que es un sistema curativo delicado pero altamente eficaz». Casi se desmayó cuando comprobó que otra entrada titulada «Eclipse Solar del 1 de Agosto» estaba relacionado con la astrología. ¿Debemos someter a contraste cada afirmación supuestamente científica? ¿podemos hacerlo? ¿Qué criterio debemos tomar para considerar una fuente «solvente»? ¿es la divulgación científica una manera de falsear la ciencia, cuando a menudo los propios divulgadores no dominan las áreas sobre las que divulgan? ¿Quizá debamos confiar en la Universidad como fuente solvente y rigor contrastado? de medicina», ya que utiliza los campos energéticos propios de la persona para contribuir a sanarse. Uno de los promotores de los cursos señala que «el toque terapéutico no es muy conocido en Nueva Zelanda, pero tiene un amplio camino por recorrer, y mi propósito es incorporarlo a las prácticas sanitarias habituales». Aunque quizá no haga falta irse tan lejos para detectar que una cierta corriente postmoderna y «Nueva era» se está implantando sólidamente también en nuestro país. No hace falta más que seguir la lista de correo de los socios de ARP-SAPC para encontrar denuncias de múltiples casos similares, o incluso peores, en muchas de nuestras Universidades. No hace falta más que seguir la lista de correo de los socios de ARP-SAPC para encontrar denuncias de múltiples casos similares, o incluso peores, de pseudociencia en muchas de nuestras Universidades". Esta corriente postmoderna, desde mi punto de vista, está también impregnando movimientos relacionados con la cultura y la ciencia... Una página de reciente creación y de contrastado interés, dedicada a la «tercera cultura» --www.terceracultura.net--, incluye unos curiosos enlaces con nombres de disciplinas heterodoxas. Términos como biopolítica, neuroeconomía, neurofilosofía, parecen indicar que aplicando el prefijo «neuro» o «bio» a algunas disciplinas, les estamos dando autenticidad científica. PARA FINALIZAR, UNAS PREGUNTAS ABIERTAS ¿A qué instituciones debemos/podemos otorgar crédito de rigurosidad contrastada? ¿Qué requisitos debemos exigir para conceder el "principio de autoridad"? ¿Qué nivel de simplificación (o falta de rigor) es admisible en la divulgación? Si a nosotros nos cuesta tanto a veces poder distinguir entre la ciencia y lo que no lo es incluso en temas que conocemos ¿qué no sucederá a las personas con una mentalidad menos crítica o que no posean un gran conocimiento de un cierto campo? Si a menudo nos conformamos con explicaciones con barniz científico, por no dejar cuestiones incontestadas... ¿no es eso lo que les pasa a los creyentes, siendo la única diferencia que su ventana de explicaciones admisibles es mucho más amplia? 23 LA UNIVERSIDAD, FUENTE DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y PENSAMIENTO CRÍTICO Así debería ser ¿verdad?, al menos, es la percepción que tiene la sociedad sobre sus instituciones educativas. Sin embargo, leemos en el número 89 del New Zealand Skeptic que «la Universidad de Canterbury ha ofrecido becas y cursos sobre el toque terapéutico a estudiantes el escéptico