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clip para papel perfectamente funcional. Quita el resorte, y tienes un llavero de dos piezas. El gatillo de algunas trampas puede usarse como anzuelo y la base de madera como pisapapeles; las aplicaciones de las demás piezas también pueden tener su utilidad, e incluyen una gran variedad de objetos, como mondadientes, cascanueces y tablillas sujetapapeles. El punto, que la ciencia ha entendido hace mucho tiempo, es que las partes y las piezas de las máquinas supuestamente irreduciblemente complejas pueden haber tenido diferentes (pero siempre útiles) funciones. El argumento de Behe de que todas y cada una de las piezas de una máquina, mecánicas o bioquímicas, deben estar ensambladas en su forma final antes de que de ellas pueda emerger alguna utilidad es simplemente falso. La evolución produce máquinas bioquímicas complejas mediante la copia, la modificación y la combinación de proteínas usadas previamente para otras funciones». Pero que el principal argumento del DI se venga abajo no parece importar demasiado. El Diseño Inteligente sigue avanzando con paso firme y adentrándose en Europa y también en España, como hemos podido comprobar recientemente con la serie de conferencias tituladas «Lo que Darwin no sabía» gracias a las que, según pudimos leer en El País: «Miembros de la asociación estadounidense denominada Médicos y Cirujanos por la Integridad Científica (PSSI en sus siglas en inglés) quisieron darse a conocer en España, en particular en el mundo universitario y en prestigiosos foros de debate. Este fue el desembarco oficial de los postulados que cuestionan la teoría de la evolución y que, principalmente en EE UU, están respaldados por los movimientos creacionistas y, con una denominación más actual, por aquellos que defienden las ideas del diseño inteligente frente a las que promovió Charles Darwin contra la evolución». Jason Rosenhouse, en el artículo anteriormente citado, concluye así: «¿Cuál ha sido el resultado de nuestra investigación? Encontramos que ambos lados afirman estar siguiendo la metodología científica estándar para llegar sus conclusiones. Ambos abjuran de cualquier compromiso religioso anterior. Sus argumentos y afirmaciones favorables al Diseño son casi idénticos. Sus argumentos antievolución son también casi idénticos. Sus objetivos en torno a la política educativa son iguales, y hacen el mismo uso de trucos retóricos de mala calidad en su escritura. Nuestra búsqueda para hallar alguna diferencia significativa entre el DI y el CC ha sido inútil». Por tanto, cuando oigamos hablar de Diseño Inteligente, sepamos que se está hablando de creacionismo. Pedro Mirabet 23 el escéptico