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82 ERÍDANO Luis Ruiz de Gopegui Colección Transversal. Equipo Sirius. Madrid, 2003 LA DANZA DEL TIGRE Björn Kurten Edición y prólogo a cargo de Juan Luis Arsuaga Ediciones Plot. Madrid, 2001 Novelas en apariencia --cuya calidad como tales no juzgamos--, en realidad se esconde tras ellas, de alguna manera, dos ensayos (como sólo al final descubre el lector) cómodos y fáciles de leer, sobre el estado de nuestros conocimientos en dos materias tan diferentes como pueden ser, en el caso del primer libro, la vida extraterrestre y las posibilidades de contacto humano con ella (escrito por un escéptico radical en este campo como es Ruiz de Gopegui) y, en el caso del segundo libro, el encuentro en el norte de Europa de poblaciones de neanderthales y de cromañones hace unos cuarenta mil años. Como se ve, ambas tratan de las dificultades de la comunicación, una entre especies de homo y la otra entre entidades biológicas de planetas diferentes. En los dos libros hay una estructura general de novela, que al final (mejor dicho, tras el final) es explicada por el propio autor, relacionándola con lo que se sabe que pasó o se puede llegar a pensar que podría pasar (sin perder de vista la racionalidad) en el supuesto de ambos casos. Incluso se justifican las ideas meramente novelescas indicando que lo son. Se trata de divulgar, de una nueva manera, muy amena, que facilita la introducción del lector en ciertas temáticas. Ambos textos son muy recomendables, siendo de agradecer el esfuerzo hecho por las dos editoriales, pequeñas, en poner a disposición del público estas dos obras, que permiten al lector, casi, discutir con el autor los planteamientos de la obra, al conocer el por qué científico de muchas de sus decisiones argumentales. Alfonso López Borgoñoz LA UFOLOGÍA Y EL COLECCIONISMO DE SELLOS: 1ª ADDENDA La nueva edición del PHILCAT (catálogo de sellos, tarjetas telefónicas y monedas de contenido ufológico) elaborado por el estudioso italiano Giancarlo d'Alessandro incluye abundantes novedades, algunas de las cuales comentaremos a continuación. En esta ocasión, el autor ha añadido al mismo una bibliografía ufofilatélica donde aparece en lugar destacado la primera serie de artículos que tuve el honor de publicar aquí a partir del número diez. Pero basta de autorreferenciarse, pasemos a la filatelia. n 1992, Linda Kerth y Richard F. Haines1 analizaron los dibujos que 347 niños suizos realizaron sobre la simbología ovni y humanoide. En la prueba se había separado a los niños en dos grupos: los que habían sido testigos del fenómeno y los que no. Resultó que las representaciones de los objetos volantes imaginarios eran mucho más elaboradas que las descripciones típicas de los ovnis denunciadas por los testigos. De ello, los autores concluyeron que hay una gran diferencia entre el contenido imaginario de los ovnis representados en la muestra y los informes reales. Además, se señala explícitamente que los seres dibujados (por lo general según el estereotipo del "pequeño hombrecillo verde") no se corresponden con los Grises de la casuística ovni reciente. Dejando a un lado las merecidas críticas que recibió tal trabajo, si hemos de juzgar por los resultados de un concurso de diseño gráfico realizado en 2000 y que sirvió para ilustrar una serie de cuatro valores emitidos por el servicio de correos suizo, la situación ya se ha "normalizado": una de las cuatro viñetas nos presenta a un típico insectoide de grandes ojos negros, sin nariz ni boca, del tamaño de un niño pequeño y vestido con un traje enterizo en el que ni siquiera falta el detalle de un emblema sobre el pecho. Quizá la única diferencia sustancial sea que presenta un par de antenas, quizá como una alegoría a su lenguaje telepático, aunque tampoco faltan casos de abducción por parte de alienígenas provistos de antenas, como el del policía americano Schirmer allá por 1968. Algo más antiguo, de la Navidad ferido mostrar ejemplos más cerde 1990, es el sello de Chile, ilus- canos como Italia y Francia. trado por un dibujo de la niña de 7 años Carla Levill, donde podemos ver la imagen de un típico platillo volante con cúpula. E No solemos tratar en esta sección libros de ficción científica. Bastante tenemos (por regla general) con los otros, los que son de ficción paracientífica. Sin embargo, en esta ocasión haremos una corta (por razón del pequeño espacio que tenemos, que no por el interés de las obras reseñadas) excepción con estos dos volúmenes, que llegan de la mano de dos autores con una larga trayectoria en el mundo de la ciencia como son el físico e ingeniero Luis Ruiz de Gopegui y el paleontólogo, ya fallecido, Björn Kurten. el escéptico escéptico 78 el Siguiendo con dibujos infantiles, podríamos considerar que el siguiente sello emitido por Finlandia el año 2000 debería verse como otra alegoría, en este caso de una abducción, donde la víctima se ve alzada en el aire y atraída por una fuerte campo electromagnético (representado por el imán) hacia un típico alienígena verdoso. Es de todos conocido que los humoristas gráficos también emplean a menudo la iconografía alienígena, pero que sepamos este sello de la república ex-soviética de Kirgizistán es el primero en recoger uno de tales ejemplos. Dentro de una hojita bloque de nueve valores dedicados a chistes sobre las elecciones norteamericanas del año 2000, que ganó George Bush tras múltiples recuentos, podemos ver uno donde el tópico marcianito verde exige a su interlocutor que lo conduzca ante su líder. Tres horas después, se muestra totalmente arrepentido de tal orden, mientras el terráqueo le explica las dificultades del recuento. En Estados Unidos se ha emitido incluso toda una serie de tarjetas reproduciendo algunas de las fotografías ovni menos conocidas, procedentes de todos los rincones del mundo, incluyendo España. Nuestro país está representado por una tomada en 1978 (aunque existen dudas sobre la fecha) en Barcelona por la Sra. Montserrat Batllori, ama de casa, mientras observaba una bella puesta de sol desde su ventana. Decidió tomar algunas fotos y en una de ellas aparecen esos tres objetos voladores dorados flotando sobre los edificios que ella no vio, lo que parece apuntar a algún reflejo o fallo de revelado. En la misma línea, terminaremos este primer comentario hablando de las tarjetas telefónicas, que se han convertido (especialmente en Japón y Estados Unidos) en un verdadero escaparate de iconografía ufológica. Sin embargo, he pre- No merece la pena reproducir y analizar cada una de las imágenes reproducidas en las tarjetas, pero permítanme comentar un par de ellas, pertenecientes a una serie (a continuación la presento completa) que allá por mi juventud estuvo a punto de convencerme de que los ovnis eran verdaderas naves extraterrestres. Fue tomada en 1963 y J. J. Benítez en Los visitantes (1982) las describe como "una de las secuencias fotográficas más herel escéptico escéptico 79 el