El Escéptico Digital - Edición 2013 - Número 270
Antonio Manuel Rodríguez Ramos
(Artículo publicado originalmente en el diario El País).
La Mezquita de Córdoba no es un palimpsesto de culturas y religiones, como pretende hacernos creer la jerarquía católica que la posee y explota turísticamente. No se trata de una mera superposición de capas arqueológicas que se aplastan y ocultan unas a otras, quedando visible y victoriosa sólo la última. Todo lo contrario. La Mezquita de Córdoba es un crisol arquitectónico y artístico que desnuda toda la riqueza espiritual de Andalucía y el ser humano. Por eso es Patrimonio de la Humanidad y nos pertenece a todos. Un templo inmemorial que aún no ha perdido la memoria, pero que podría perderla si se sigue tolerando la apropiación jurídica, económica y simbólica que está llevando a cabo la jerarquía católica, especialmente a partir de su inscripción en el Registro de la Propiedad en 2006.