Este digno periódico LA GACETA DEL NORTE, en su edición número 26.247 del miercoles 5 de enero de 1977, bajo el título de "¿Descenso de un OVNI?", publicaba una crónica firmada por J. J. Benítez, según la cual un OVNI y sus ocupantes habían sido observados por unos niños en una oscura campa de las proximidades del cementerio de Baracaldo (Vizcaya).
En nuestro empeño por investigar tal misterio y comprobar la autenticidad del mismo, decidimos contactar con el responsable de la noticia, a fin de que nos facilitase la dirección de los testigos, para poder así reencuestarles y contar con un testimonio fidedigno. Nuestra solicitud al periodista Benítez se hizo telefónicamente y también por escrito, sin que hasta la fecha dicho señor nos facilitara tal información. Sin embargo, como la noticia también había aparecido publicada en una revista mexicana por el mismo periodista, siendo acompañada en esta oportunidad por la fotografía de uno de los pequeños testigos del evento, procedimos a desplazarnos al lugar de autos con el fin de averiguar lo que en realidad había ocurrido allí años atrás. Localizamos el solar del barrio de San Vicente donde se produjo el suceso y preguntamos a personas de la zona que llevan allí residiendo muchos años. Curiosamente nadie, ni siquiera una maestra a quien mostramos la fotografía del niño, supo dar datos en relaciñon con los testigos.
Viendo que no podíamos tener un conocimiento directo de los hechos, dado que nadie conocía a los testigos, en nuestra visita preguntamos a la gente de los alrededores del solar acerca de si había tenido noticia del suceso. La mayoría de los encuestados no tenían noticia de que hubiese sucedido algo parecido en el barrio. Sólo una persona, el dueño de una marmolería cercana, nos dijo que había conocido el suceso gracias a la noticia de prensa. Esto nos extrañó, dada la notable densidad de la zona. Además, el dueño de la marmolería nos dijo que, de haber ocurrido realmente los hechos, todo el barrio tendría conocimiento de su existencia. Estas gestiones fueron realizadas a mediados del año 1983, sin que hasta hoy se haya podido progresar en la investigación, dada la falta de ayuda de Benítez y el anonimato de los presuntos testigos.
En definitiva, consideramos que existe un gran porcentaje de probabilidades de que todo se trate de un sainete; una broma ideada bien por los niños o bien por terceras personas, cuyo objetivo sería el periodista que divulgo los hechos.
Luís A. Gámez y Juan M. Gascón, del colectivo de Ivestigación ARIFO "LA GACETA DEL NORTE" 20 -V- 1985.