Augusto Klappenbach
(Artículo publicado originalmente en el diario Público).
Nietzsche, en Así habló Zaratustra, narra un diálogo entre el papa jubilado y el mismo Zaratustra, durante el cual el último pontífice de la historia le cuenta al sabio persa que ha tenido que retirarse por la muerte de su Dios, que ha fallecido por exceso de compasión. Y dice Zaratustra: “largo tiempo, en verdad, vamos a aguardar hasta que alguien te resucite a tu Dios. Pues ese viejo Dios no vive ya: está muerto de verdad”.