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des perros o animales exóticos, lo cual resulta muy contradictorio. Antiguamente los animales se domesticaron para muchas funciones, pero ahora su función en las sociedades urbanas se ha reducido a ser animales de compañía. Las películas de Disney han humanizado a los animales, por lo que mucha gente interacciona con ellos como si fueran niños, prodigándoles un afecto enorme y cuidándolos mucho. En definitiva, no hay que maltratarlos bárbaramente, pero tampoco creo que haya razones suficientes para considerar a los animales como objetos de derecho en igualdad con los humanos. Conclusiones Las actitudes anticientíficas, pseudocientíficas y supuestamente ecologistas aquí analizadas existen en mayor o menor grado entre los militantes ecologistas y son una complicación innecesaria. Estas actitudes suponen un pesado lastre para que el ecologismo sea considerado seriamente, tenga éxito electoral, consiga poder político y pueda hacer algo para evitar la catástrofe medioambiental y la sexta extinción en masa que está aconteciendo, debido a la superpoblación y a la sociedad de consumo. El ecologismo tiene un amplio campo de acción, tratando de hacer sostenible el medio ambiente, fomentando las energías renovables, protegiendo las especies vegetales y animales, denunciando la contaminación y el calentamiento global, etcétera. Los descubrimientos científicos y los adelantos técnicos son fundamentales para mitigar los tremendos problemas medioambientales que la especie humana está generando, por lo que los ecologistas no deben quedarse anclados en un ecologismo ingenuo y utópico. El ecologismo ha sido fomentado más por las izquierdas que por las derechas, pero los partidos ecologistas deberían tratar de ser un punto de encuentro para desencantados, tanto de la derecha como de la izquierda, que estén preocupados por la defensa del medio ambiente. Además, está bien que fomenten los valores más democráticos, pero los ecologistas tampoco deberían ser los adalides de ideologías excesivamente feministas, pacifistas o republicanas, ni coaligarse con partidos nacionalistas, ya que estas son de interés común transversal o más propias de otros partidos y organizaciones. Ahora bien, el fomento de estas ideologías forma parte de estrategias electorales partidistas y lo que debe evitarse totalmente es el fomento de actitudes anticientíficas y pseudocientíficas. La solución de los enormes problemas medioambientales, que se están generando por la superpoblación y la sociedad de consumo, debería basarse en un ambientalismo científico, no en un ecologismo utópico y anticientífico. Notas: 1-véase Molina, 2011, en El Escéptico 2-véase su página web: http://partidoequo.es 3-http://www.worldfoodprize.org/en/laureates/2013_laureates/ 4-véase su página web: http://www.ecologistasenaccion.org/rubrique277.html 5-véase Ordiales, 2007, en El Escéptico 6-véase Molina, 2013 en El Escéptico 7-http://naturalhygienesociety.org/diet-veganbaby.html otoño 2014 67 el escéptico