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Las revistas de divulgación científica en España
SAÚL BLANCO
a historia de las revistas de divulgación como una de las publicaciones mensuales más secientífica en España revela claros síntomas rias, sobre todo en su última época, con colabode extinción en cuanto a calidad y varie- raciones de Javier Armentia, Carl Sagan o Paul dad. Actualmente, no rebasa la media docena el Davies, y frecuentes artículos escépticos sobre número de las revistas que puedan asignarse a una amplia gama de temas. Presumibles probleeste género y puedan adquirirse con regularidad mas económicos hicieron desaparecer la revista en cualquier rincón del país. súbitamente: en el último número, aparecen El caso de la veterana Investigación y Ciencia - anunciados los artículos del siguiente ejemplar, versión española de la Scientific American esta- que nunca llegó a los quioscos. El momento dounidense- es el paradigma de la constancia, coincidió con el lanzamiento de otra publicación aunque todos sabemos que las traducciones ofre- del mismo Grupo Z, Xanadú, un engendro pseucen siempre más garantías editoriales que el gé- docientífico que creo que afortunadamente conero autóctono: de hecho, la mayoría de las re- rrió la misma suerte que Conocer. Se confirmaría vistas científicas de divulgación se adscribe al así la extendida tendencia por parte de las editotipo de versión traducida de revista en inglés o riales de sustituir, cuando las cuentas aprietan, francés. Desde su aparición durante la transi- una publicación científica seria por una patoción, Investigación y Ciencia ha mantenido un ni- chada de la Nueva Era, que seguramente atraiga vel constante de calidad, a medio camino entre a más compradores. Algo parecido debió suceder la divulgación y la prensa especializada, que, si con Algo 2000, del llorado Mario Bohoslavsky, probablemente la mejor bien aleja de sus páginas revista de divulgación a lectores profanos, res Todos sabemos que las científica que conoció sulta muy popular en traducciones ofrecen España. ámbitos universitarios. Pero el caso más cruel Respecto a Mundo siempre más garantías Científico -La Recherche es, sin duda, el de Ciencia que el género autóctono francesa-, poco hay que y Vida -la Science et Vie francesa-, que apenas añadir a lo que los lectores EL ESCÉPTICO saben. Frecuentemente duró un año en los quioscos españoles -¿recuerequiparada con la anterior y a menudo referencia dan el anuncio de televisión, con la quema de ineludible en cuanto a rigor científico en la Giordano Bruno?-, siendo casi centenaria en prensa española y francesa, su supuesto prestigio Francia. Desde el primer número, se identificó se ensombrece seriamente, sin embargo, por su claramente con las posturas críticas y racionales, conocida ambigüedad al tratar el tema de la ho- con un atractivo estilo humanista, postura que meopatía, como hemos podido corroborar re- pudo acelerar su sentencia ante aquéllos que cientemente [Peregrín, 1998; Varios autores, piensan que ilustrar al populacho con ideas cien1998]. El estilo de esta revista es ameno y versá- tíficas serias es, sencillamente, poco rentable, y til, típicamente francés, y los editores no debe- además peligroso y subversivo. Por último, tamrían dejar envilecer esta publicación con artícu- bién acabaron sucumbiendo Explora, apadrinada los de dudosa verosimilitud, algo acríticos y casi por Muy Interesante, y Discover en Español, otra veterana revista americana que, si bien se mansensacionalistas. Cuando me refería a la extinción del género tiene con notable aceptación en Latinoamérica, de divulgación, lo hacía a propósito de la des- en su tímida incursión en el mercado español paaparición de algunas buenas revistas, una de ellas rece no haber cosechado el éxito deseado. Es de Conocer, lanzada, como Muy interesante, de la esperar que las incorporaciones de Newton y Namano, entre otros, de Manuel Toharia. Tras al- tional Geographic en español se consoliden como gunos tropezones iniciales, consiguió afianzarse posible substitutos de estas revistas.
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Newton es una revista clásica en cuanto al estilo de divulgación, sin profundizar demasiado en cada tema, pero con la intención de abarcar lo más ampliamente posible todos los campos científicos; y ha sabido rodearse de un consejo editorial de envidiable categoría intelectual. Por el momento, una apuesta loable para los tiempos que corren. En cuanto a la mítica National Geographic , a estas alturas es ya toda una institución que rebasa sus iniciales pretensiones geográficas -un curioso caso de revista elitista que amplió su campo de acción hacia la divulgación- para cobijar hoy contenidos de lo más diversos, todo ello con una calidad fuera de duda. Naturalmente, existe una serie de revistas más centrada en diversos aspectos de la ciencia que merece una mención en esta revisión. Me refiero a Tribuna de Astronomía y Universo , hoy fusionadas en Astronomía y Universo -magnífica revista que, afortunadamente, cada vez es más frecuente encontrar en los quioscos-, Quercus , Natura , Ecosistemas - por favor, no confundir con Ecología y Sociedad y su horóscopo ecológico [Toharia, 1992]- y otras cada día más desplazadas por esas revistillas inclasificables como Quo o CNR , por no hablar del sector duro dentro de la credulidad más aberrante representado por Más Allá , Enigmas , Conciencia Planetaria , Karma.7 , Año Cero , Nuevos Horizontes , Tu Suerte , etcétera. Eludo comentar la situación de las grandes
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publicaciones del género a escala internacional -o, lo que viene a ser lo mismo, en inglés-, empezando por esas vacas sagradas que son la británica Nature y la estadounidense Science , tradicionalmente consideradas como el colmo del rigor y el prestigio científicos. Aun cuando en estos casos la garantía de seriedad está razonablemente garantizada, no debemos olvidar que sendas revistas han publicado en más de una ocasión artículos más que sospechosos, como los de Targ y Puthoff acerca de los poderes psíquicos de Uri Geller, que recoge Martin Gardner [1981]. Podíamos sumar aquí los códigos bíblicos de Statistical Science [Simon, 1998] o la memoria del agua en The European Journal of Pharmacology [Peregrín, 1998]. Con esto quiero decir que no es lícito en cualquier argumentación sostener que un criterio es válido sólo porque aparece respaldado en una prestigiosa publicación científica. El refrendo de las opiniones subyace además en la lógica y en una metodología científica racional y formalmente crítica con el trabajo propio y ajeno. No podemos olvidar, asimismo, un largo séquito de publicaciones menores, pero igualmente prestigiosas, como los Proceedings de la Academia de Ciencias estadounidense, New Scientist o Philosophical Transactions , donde escribió el mismísimo Newton. Analizar los procesos de selección, revisión y publicación de estas revistas, con los consabidos trapicheos paracientíficos y triquiñuelas comercialistas me vienen a la mente los casos de Gallo y Montagnier en Science y Cell , respectivamente, o la polémica entre Watson y Crick, que aún perdura- sería tan interesante como inabordable para mí. En España, este tipo de revistas son raras, siendo consensuadamente las más prestigiosas el Boletín de la Real Academia Española de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales , el Boletín de la Real Academia Española de Historia Natural o el trimestral Fronteras , del CSIC, por no citar, tanto en el ámbito nacional como internacional, el maremágnum de revistas científicas especializada en materias concretas. En cuanto al campo de revistas de este tipo que me es más familiar, las dedicadas a la biología ambiental, la decisión ministerial de considerar las publicaciones según su índice de impacto -esto es, el número de veces que es citada en las referencias de otras revistas- está provocando que numerosas y veteranas publicaciones dedicadas a la sistemática y taxonomía animal y vegetal se vean al borde de la extinción, ya que, por su propia naturaleza, no es práctica habitual en sus artículos las referencias a otros trabajos
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análogos, por lo que habitualmente se consideran aquéllos como de una categoría científica inferior. Esto provoca que los taxónomos se hayan puesto como locos a citarse unos a otros en sus artículos, y que la mayoría opte por publicar sus trabajos en revistas extranjeras, con un soporte institucional más serio. Volviendo al asunto de las revistas light -es decir, más accesibles; no necesariamente no menos serias-, he querido intencionadamente dejar para el final el caso de Muy Interesante , a la que he estado suscrito durante casi una década. Básicamente, su caso se podría resumir en palabras de Félix Ares en una conferencia en León, cuando decía que "da una de cal y otra de arena". Las de cal serían la serie de artículos aparecidos hace años desmitificando los ovnis, la astrología y las pseudociencias en general [Alcalde, 1995], así como el reciente monográfico dedicado a las creencias pseudocientíficas. Las de arena serían toda una serie de artículos pseudocientíficos intercalados entre los de divulgación seria, muchos de ellos firmados por Enrique de Vicente, actual director de Año Cero , y característicos en general de la época anterior a la del actual director, José Pardina. Aparte de estos obcuros albores, recuerdo sendas apologías de la cromatoterapia y el agua imantada -de ésta que se retractaron posteriormente- entre otros datos sospechosos no muy lejanos en el tiempo. La evolución actual de la revista es más bien incierta, prefiriendo artículos más propios de Quo que de los que eran típicos en Muy hace diez años, su mejor época. Aún cuando les he felicitado abiertamente por algunos trabajos [Castaño, 1993], otros me han parecido escandalosamente acríticos. El paradigma de la prolongada ambigüedad de Muy lo representa el artículo "Buenas dosis de calma", firmado por Beatriz Peña [Peña, 1997], en el que se leen cosas como que "el shiatsu actúa desbloqueando o reequilibrando la energía de los meridianos o canales energéticos del cuerpo, que influyen sobre los órganos y su función". Cuando estudié fisiología, me hablaron de reacciones químicas, de termodinámica, de causas y consecuencias, pero no recuerdo estos misteriosos canales de energía que ningún científico conoce. En una carta al director -que nunca publicaron-, les tiraba de las orejas por esta situación, pero cuál fue mi sorpresa al ver, en el siguiente número de Muy Interesante , que el artículo de portada -"En busca de la energía vital" [Alcalde, 1997]- se refería a la acupuntura en estos términos: "Cuando los científicos introducen un isótopo radiactivo en un punto de acupuntura, éste fluye con facili-
dad. En cualquier otra parte del cuerpo se estanca" o "El experto en bioelectricidad Robert Beker demostró que cualquier punto del cuerpo humano incluido en uno de los meridianos de la medicina tradicional china es mejor conductor de la electricidad que uno periférico". Afortunadamente, Ciencia y Vida [Rossion y GarcíaToscas, 1998] aclaró las cosas, desmitificando muchos de las creencias en las que se basa la acupuntura: "No era más que una engañifa. En 1988, reanudando los trabajos del equipo de Necker, el profesor Yves Lazorthes [...] demostraba que la migración del radiotrazador era la misma, tanto si la inyección se realizaba en un punto de acupuntura como en otro punto de cualquier lugar del pie. Simultáneamente, demostraba que el radiotrazador no visualizaba los meridianos, sino los trayectos venosos. [...] Los tratados aseguran, además, que la resistencia eléctrica de la piel disminuye en los puntos de acupuntura. Lo cierto es que en la superficie del cuerpo hay miles de lugares de menor resistencia eléctrica". Hechos como éstos hacen reflexionar sobre la calidad deseable en los artículos que aparecen en una de las revistas más leídas en nuestro país. En general, es esperable que las revistas de divulgación científica en España no se dejen arrastrar por prioridades económicas y comerciales que sistemáticamente parecen operar en detrimento del rigor y la veracidad
REFERENCIAS
Alcalde, J. (1995): "La Invasión de las Falsas Ciencias". Muy Interesante (Madrid), Nº 167 (abril), 63-73 Alcalde, J. [1997]: "En busca de la Energía Vital". Muy Interesante (Madrid), Nº 192 (mayo), 47-54. Castaño, L. [1993]: "Empieza el día con energía". Muy Interesante (Madrid), Nº 146 (julio), 86-90. Gardner, Martin [1981]: La ciencia. Lo bueno, lo malo y lo falso [Science. Good, bad and bogus]. Trad. de Natividad Sánchez Sáinz de Trapaga. Alianza Editorial (Col. "El Libro de Bolsillo", Nº 1.365). Madrid 1988. 636 páginas. Peña, B. [1997]: "Buenas dosis de calma". Muy Especial (Madrid), Nº 29, 86-90. Peregrín, F. [1998]: "El debate sobre la homeopatía". El Escéptico (Zaragoza), Nº 2 (Otoño), 59-63. Rossion, P.; y García-Toscas, N. [1998]: "Acupuntura: eficacia limitada". Ciencia y Vida (Barcelona) Nº5 (julio). Simon, B. [1998]: "Los códigos de la Tora: una visión escéptica". Trad. de Javier E. Armentia. El Escéptico, (Zaragoza), Nº 1 (Verano), 26-34. Toharia, Manuel [1992]: Astrología. ¿Ciencia o creencia?. Editorial McGraw-Hill (Serie "Divulgación Científica"). Madrid. xii + 204 páginas. Varios autores (1998): "La homeopatía a debate". Mundo Científico (Barcelona), Nº 193 (marzo).
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