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Divulgación pseudocientífica
Cada vez abundan más las informaciones y prácticas pseudocientíficas de segundo grado, es decir, aquéllas que van más allá de las frivolidades de los astrólogos famosos de turno. Nos referimos a las que no siempre son fáciles de distinguir, consiguiendo alto grado de credibilidad en extensas masas de personas, bien por provenir de alguien en principio respetable -una Administración. pública, un científico- bien de quien ha adquirido respetabilidad por su propia destreza para el engaño. En el primer caso, como se señala en el nº 5 de EL ESCÉPTICO en relación con colegios oficiales de médicos y la homeopatía, se trata de situaciones si cabe más graves porque la mayor confusión y sutileza aumentan la peligrosidad. Añadimos nosotros el ejemplo de un curso de futurología organizado recientemente por el Ayuntamiento de Logroño. En el segundo caso, el de los particulares, hallamos a personas con una respetable capacidad oratoria y estratégica, con infraestructura mediática y técnicas de mercadotecnia complejas y eficaces -Juan José Benítez, Fernando Jiménez del Oso, etcétera-, cuyas lecturas tristemente abundan entre franjas de población con cierta formación cultural. No utilizan meros argumentos unidireccionales ni difunden sucesos y prácticas paranormales literalmente, sino que, conocedores de la resistencia del pensamiento racional que podría descalificarles, conocedores de los argumentos que invalidan sus tesis, los incluyen transformados en su discurso (contraargumentos). Una curiosa técnica que utilizan estos últimos sujetos -por ejemplo, en el programa La Rosa de los Vientos de Onda Cero- es la conocida en psicología social como mindnessless, que consiste en generar un estado de procesamiento de la información en el que se
reduce el juicio crítico y la atención a información perturbadora. En este caso, se traduce en la mezcla de ciencia y pseudociencia. Se habla, por ejemplo, de las misiones de la NASA, de las investigaciones del CERN y a todo ello se añaden avistamientos de ovnis o psicofonías. Ante tanta banalización y habilidad para el fraude, es necesario un fomento del pensamiento crítico, porque el ocultismo tiene la batalla mediática ganada y las consecuencias son más graves que eventuales negocios fraudulentos, estafas e intrusismo profesional. En nuestra opinión, una sociedad que huye del debate y la justificación racional de las ideas, una sociedad que prestigia, difunde y fomenta supersticiones y otras formas míticas de afrontar la realidad, además de degradarse culturalmente, está protegiendo indirectamente a quien se lucra generando confusión y desvirtuando el derecho a recibir información veraz y contrastada.
JAVIER TORRES SÁENZ MIGUEL GINÉS ARA Logroño.
y a otras que pusieron su pequeño peldaño, la humanidad avanza. ¿Puede alguien decirme qué han aportado esta serie de chalados al género humano? ¿Hay alguna aplicación práctica de las pseudociencias, las religiones y el pensamiento mágico? Tal vez llevaba razón Albert Boadella al decir: "Cada día que amanece, el número de tontos crece". Como la lectura de la revista me sabe a poco, les propongo que se incluya en la publicación una guía de títulos para que quien lo desee pueda hacerse su propia biblioteca escéptica. La revista podría hacer de intermediaria entre las editoriales y el lector, o que las editoriales insertaran publicidad para que el lector pudiera realizar sus pedidos directamente. Esto para mí sería interesante, ya que no resido en una ciudad y, por lo tanto, no tengo acceso a los títulos que a veces se citan en algunos artículos.
ADRIÁN CASTILLO RECHE Cúllar (Granada).
Biblioteca escéptica
Vivimos en la era de la comodidad. El conocimiento científico no se adquiere por revelación de extraños seres verdes, sino con trabajo y estudio. Pero es mentalmente menos trabajoso creer en la explicación del santón de turno que impone las manos y cura toda clase de miasmas que entender cómo funciona un antibiótico, para lo cual, por lo menos, se tiene que saber leer. Gracias por el soplo de aire fresco que supone la lectura de la revista. Resulta reconfortante ver que lo que hace tiempo ya daba por sentado es compartido por alguien más que se salva de esta marejada de locos. En la historia del mundo, sólo de cuando en cuando nace algún genio que cambia la vida de sus congéneres, gracias a estas personas
Responde L. A. Gámez: Nos satisface que la lectura de esta revista le sepa a poco a Adrián Castillo Reche. Respecto a su propuesta de editar una especie de guía bibliográfica escéptica, es algo que ya hacemos en los artículos, que intentamos que incluyan una bibliografía pormenorizada. De todos modos, tomamos buena nota de sus ideas, aunque lo que respecta a la inserción de publicidad de editoriales sea algo que no esté en nuestra mano. Si le es difícil saber de libros de divulgación científica o críticos sobre lo paranormal, puede recurrir a la dirección de ARP (Apartado de Correos 310, 08860 Castelldefels), donde le facilitarán información, aunque no sea socio de la entidad. Asimismo, si lo desea, también puede pedir que le pongan en contacto con otros escépticos de su provincia, algo que en algunas regiones ha fructificado ya en encuentros periódicos entre socios de ARP, suscriptores de esta revista y simpatizantes.
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el escéptico
(Invierno 2000)