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Mundo Escéptico EL MUNDO ESCÉPTICO Sergio López Borgoñoz Muchas revistas, de todo el mundo, escritas por muy pocas personas pseudociencia es la misma en todo el mundo--, manidos --algunos tópicos se han convertido precisamente en eso, y se cae muchas veces en asuntos viejos y pasados de moda--, o carentes de interés --algunos autores, aunque quizá expertos científicos, no logran mantener el interés de la audiencia (Autor) en sus artículos--. Por otra parte, mantener una edición con cierta periodicidad no es en absoluto sencillo, bien sea por costes de edición, por falta de contribuciones de interés, o por cargas de trabajo en momentos puntuales, ya que en la gran mayoría de casos, la labor se ejerce de manera no retribuida y paralelamente a otra actividad principal. Se podría pensar que con la llegada y la madurez de Internet las iniciativas locales perderían gran parte de su sentido para dar paso a movimientos más globales, en los que el número de personas involucradas, tanto colaboradores como audiencia, crecería significativamente y de modo suficiente para hacer viable y rentable la difusión de contenidos de calidad. Todavía no parece ser así, y no sólo son mucho más abundantes las publicaciones locales de agrupaciones pequeñas que las globales, sino que el público receptor de estos contenidos es sumamente reducido, ya que básicamente son distribuidos entre las personas pertenecientes a estas comunidades, con lo que la labor de difusión hacia el público general que casi todas las revistas mantienen, en sus estatutos fundacionales y en su espíritu, queda reducido a la mínima expresión. N uestra asociación intercambia revistas --en papel-- con diversas agrupaciones escépticas del mundo, y a nuestra sede llegan las prestigiosas y bien encuadernadas Skeptical Inquirer (EEUU), The Skeptic (Australia), Le Québec Sceptique (Canadá), Science et pseudo-sciences (Francia), Scienza e Paranormale (Italia), etc., y también diversos boletines más sencillos de agrupaciones menores, muchas de ellas de diversos estados estadounidenses (New Mexico, Philadelphia, Tampa Bay...), y de otras partes del mundo (Nueva Zelanda, India...). Una de estas, Indian Skeptic (India) destaca por la baja calidad de la impresión --parece ciclostilada--, su pequeño tamaño y la densidad de sus contenidos, en general, dedicados a las andanzas y desmanes de Sathya Sai Baba, a quien ya se refieren como SSB. Otras fuentes de documentación para realizar la Indian Skeptic (La India) destaca por la baja calidad de la impresión, su pequeño tamaño y la densidad de sus contenidos, en general, dedicados a las andanzas y desmanes de Sathya Sai Baba". sección son las revistas digitales (de Perú, Venezuela, Colombia, por ejemplo), y, por supuesto, de cualquier medio que proporcione algún tema relacionado con el escepticismo. Todas estas revistas y boletines escépticos (exceptuando, tal vez, las grandes estadounidenses) coinciden en que son fruto de la labor de muy pocas personas y que son las que más habitualmente escriben en ellas (apuesto a que también emplean seudónimos para aparentar mayor variedad de redactores), las editan y figuran, en muchas ocasiones, como secretarios, directores o editores. Esta dispersión de esfuerzos y la falta de profesionalización de los protagonistas de estas publicaciones hace que muchas veces los contenidos sean muy parecidos --la el escéptico 18 Ser escéptico puede costar la vida El precursor y director de la revista Indian Skeptic es un claro ejemplo de lo que veníamos comentando anteriormente, y en su editorial de una de las últimas revistas no resiste la tentación de hablar de sí mismo y de las enormes dificultades que está sufriendo: «En mi empeño de hacer realidad algunos de mis sueños, como la resurrección de la exposición "Métodos de la Ciencia" y en arreglar mi biblioteca con más de 70 000 volúmenes y revistas científicas, me cuesta poner mi energía en esta revista mensual, dado que su coste asciende a 20 000 Rs. para imprimir y distribuir 2 000 copias, de las cuales mil se destinan a intercambio y a medios de comunicación de toda India: mis ingresos son muy escasos y he tenido que vender la casa de mi segundo hijo Kabir, que fue asesinado por los esbirros de SSB para hacerse con los archivos originales de la investigación que estaba llevando a cabo sobre el robo de órganos en el hospital super especializado de Sathya Sai Baba». Como vemos, las dificultades no sólo son económicas, sino que pueden salir sumamente caras. Más adelante, el director sugiere la posibilidad de que los suscriptores reciban la revista por email, y él les abonaría el importe de la suscripción (la suscripción anual cuesta 60 Rs. y la perpetua (!) 500 Rs. --unos 7 euros--), a ser posible con libros publicados por él mismo. Es más fácil que pierdan la vida los familiares de los creyentes Y si no, que se lo pregunten a los dos hijos de Denis y Lorie Nixon, de Pennsylvania, si estuvieran vivos. Según nos relata un artículo del Skeptical Inquirer, precisamente titulado «Cuando la fe mata». Los Nixon, frente a una infección común de oído de su hijo menor, escogieron resolver el problema mediante la oración, en vez de utilizar la medicina, y su hijo falleció poco después, sucumbiendo a una deshidratación extrema y malnutrición. Los padres fueron acusados de homicidio involuntario, y sometidos a régimen de libertad condicional. El fiscal del distrito que les acusó alegó «No quiero cambiar su creencia, sino tan sólo su comportamiento». Mientras tanto, su otra hija cayó enferma y sus padres volvieron a escoger el rezo y los ungüentos oleosos, como el remedio más acorde con sus libros sagrados. La hija mejoró, y los Nixon agradecieron a dios su infinita piedad. Pero poco después volvió a empeorar y, tras intensas sesiones de oraciones, falleció. El artículo prosigue relatando estremecedores casos similares, y denuncia que en 39 de los 50 estados, existen eximentes religiosas que proporcionan amparo jurídico frente a la responsabilidad criminal de los padres, y que 19 estados permiten que la defensa se base en motivos religiosos en casos de delitos graves contra niños. La verdad es que, frente a hechos como los narrados, y tantos otros que se quedan en el tintero por falta de espacio, uno se pregunta si realmente existe un Mundo escéptico, o si los tímidos y descoordinados movimientos para el avance del pensamiento crítico son meras anécdotas en un mundo dominado por el fundamentalismo religioso y por la creencia en lo paranormal. 19 !"" ! " # $ $ %&'(&) Portada de la revista Indian Skeptic de Octubre de 2008. (Archivo) el escéptico