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HISTORIA DEL TIEMPO Stephen W. Hawking Editorial Drakontos Crítica. Uno de los rostros más conocidos de la Ciencia en estos tiempos y probablemente el más popular es, sin lugar a dudas, el de Stephen W. Hawking. Su prestigio como científico y su constante lucha contra una enfermedad degenerativa incurable han hecho que su imagen sea tan fácil de identificar como la de Albert Einstein o Charles Darwin. Además, don Stephen se ha preocupado por desarrollar una labor, por lo demás necesaria, que sin embargo ha sido tradicionalmente denostada en ciertos ámbitos: la divulgación. Desde hace muchos años, son presencia constante en las estanterías de las librerías los trabajos que el profesor Hawking ha lanzado al mercado para abrir al gran público al conocimiento de algunos de los aspectos más abstrusos de la Ciencia contemporánea. De todos ellos, quizá el más célebre sea este Historia del tiempo. El libro en cuestión es, sin lugar a dudas, uno de los más vendidos dentro del ámbito de la divulgación. Publicado por primera vez en 1988, su reedición en varios idiomas ha sido constante desde entonces, aunque también haya que reconocer que no son pocos los lectores que han confesado su incapacidad para terminarlo, por la complejidad inherente de gran parte de los temas tratados. Hawking asume desde un principio la dificultad que supone transmitir el conocimiento de aspectos tan difícil de aprehender como la mecánica cuántica o las supercuerdas, por lo que intenta descargar la obra de todos aquellos contenidos que pudieran resultar menos atractivos. Cuentan las crónicas que su editor le advirtió que por cada fórmula matemática que apareciera en el texto habría una sangría de lectores, por lo que el autor decidió limitarse a citar una solamente, la celebérrima E=mc2. El punto de partida del libro, reflejado en su propio título, es el tratamiento del concepto de tiempo. Hawking se refiere a la historia del mismo desde dos puntos de vista. Por un lado, trata el asunto de su transcurso, prestando especial atención a las cuestiones de su principio y su final. ¿Dónde se halla su inicio? ¿Terminará en algún momento? Ahí se introducen los conceptos de big bang y big crunch, que en los días en los que la primera edición del libro vio la luz eran aún objeto de profundas discusiones en el ámbito científico. Por otro lado, se presenta la historia de la explicación del concepto El famoso físico experimenta la ingravidez en un avión especial de la NASA de trayectoria parabólica. (Archivo) de tiempo, al hacer un repaso de las distintas teorías cosmológicas que han intentado dar respuesta al mismo y a sus mecanismos de funcionamiento. Con ello, el autor consigue que el lector eche una mirada al proceso por el cual la Ciencia ha ido descubriendo nuevos datos acerca del tiempo y planteándose nuevas preguntas. La obra dedica también numerosos apartados a la explicación de conceptos pertenecientes al ámbito científico, cuya presencia en los medios ha sido creciente: Física y Mecánica cuánticas, agujeros negros, supercuerdas... es aquí donde el libro se vuelve más denso, pese a los ímprobos esfuerzos de su autor para descargar la materia de sus aspectos más complejos. Hawking se mueve en el delicado equilibrio que media entre un trabajo demasiado técnico (donde el lector no se entere de nada) y uno demasiado simplista (donde se acabe teniendo una visión incorrecta de los aspectos explicados en el mismo.) El éxito de su libro, constatado a través de su permanencia después de dos décadas, es indicativo de que logró mantenerse en el punto requerido, lo cual tiene un doble mérito cuando se asume la tarea de divulgar Matemáticas complejas. Por si esto fuera poco, la obra ha dado pie a la realización de un documental (fechado en 1991) y a una versión condensada de la misma, Brevísima historia del tiempo, que vio la luz a finales de 2005 y en la que Hawking, en compañía del físico Leonard Mlodinow, trató algunas de las cuestiones que habían surgido en el campo de la Cosmología desde la primera aparición de Historia del tiempo. En conclusión, se trata de un libro francamente interesante que permite también acercarse un poco más a la figura de su escritor. Sin embargo, es mejor abordar su lectura cuando se haya pasado previamente por otras obras de menor complejidad, ya que como primera aproximación a la divulgación científica puede resultar un tanto denso y demasiado complejo. Luis Javier Capote Pérez 81 el escéptico