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ENCICLOPEDIA DE LA IGNORANCIA Kathrin Passig y Aleks Schoilz Editorial Destino. Colección «Imago Mundi» vol 139 Hay conocimientos conocidos: hay cosas de las que sabemos que las conocemos. Hay desconocimientos conocidos: es decir, hay cosas de las que ahora sabemos que no las conocemos. Pero también hay desconocimientos que están por conocer: hay cosas de las que no sabemos que las desconocemos. Y cada año descubrimos algunos más de esos desconocimientos por conocer Un libro que comienza con estas ridiculizadas (pero ciertas) palabras del ex-secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld y luego asegura ser el primero tras cuya lectura se sabe menos que antes de leerlo, no es un libro de divulgación científica al uso, pero ese es precisamente uno de sus atractivos. Me estoy refiriendo a la «Enciclopedia de la ignorancia», editada en castellano por Editorial Destino. En sus 295 páginas, los autores pasan revista (en riguroso orden alfabético) a 42 cuestiones para las que aún no hay una respuesta científica definitiva... aunque muchos creyésemos lo contrario. Un ejemplo. La primera cuestión. El agua. Ese líquido supuestamente inodoro, incoloro e insípido que tan mal repartido está pese a su abundancia. Se supone que ya deberíamos saberlo todo sobre ella. Pues bien, ¿Han oído ustedes hablar del efecto Mpemba? Aunque aparece descrito ya en las obras del filósofo griego Aristóteles, no sería redescubierto hasta 1963 por un joven africano de Tanzania, Erasto Mpemba, y desde entonces lleva de cabeza a los científicos de todo el mundo. Y es que, a veces, el agua caliente se congela más rápido que el agua fría. Los temas se han elegido en parte por su importancia, pero también porque ilustran la habilidad con que lo desconocido se esconde dentro de lo que ya se conoce. Y aunque sea muy agradable fomentar la ilusión de que conocemos ya todo lo esencial, tal idea puede resultar muy contraproducente. El planteamiento de preguntas adecuadas es a menudo mucho más difícil que responderlas, por ello resulta muy recomendable acotar los límites de nuestra ignorancia para seguir avanzando. el escéptico 80 Portada original (Editorial Destino) En este libro se tratan los asuntos más variopintos, desde el origen de los cúmulos globulares o de los nativos americanos hasta el ronroneo de los gatos y el tamaño de los animales (incluido el hombre). Desde la tectónica de placas hasta la eyaculación femenina, sin olvidar las posibles causas del resfriado (¿es cierto que el frío aumenta el riesgo de atraparlo?) o del contagio de los bostezos. Inevitablemente, cada lector encontrará algunas cuestiones irrelevantes o demasiado puntuales (un par de ellas se refieren, por ejemplo, a detalles oscuros de la historia alemana) pero en general, se ha logrado un equilibrio que mantiene el interés hasta la última página. Una última reflexión. Como los propios autores reconocen, es asombroso el gran número de preguntas de este libro que pueden responderse con ayuda de seres procedentes del espacio exterior, o de sus precursores allá por el siglo XIX, los habitantes de la Atlántida o los fenicios. Y tales propuestas explicativas aunque puedan parecer convincentes, no pueden probarse ni refutarse, se limitan a explicar algo desconocido utilizando simplemente otra cosa también totalmente desconocida. Desconfiemos de las verdades reveladas, de los que alardean de conocer la verdad... pero también de las explicaciones definitivas de los expertos. Como nos recuerdan los autores, sólo en los últimos diez años, se ha explicado de manera definitiva cómo funcionan los rayos globulares.... unas tres veces. Luis R. González.