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n 1979 ya me parecía estúpido pensar que por mucho que una radio convocara a todos sus oyentes a mirar el cielo una noche en busca del "hermano extraterrestre", justo fueran a aparecer en ese momento, en directo desde su cadena amiga. Las memeces de Antonio-José Alés, en la Cadena SER, eran ya bastante patéticas sin esas demostraciones: esa insaciable búsqueda de la notoriedad que exigía disponer siempre de la exclusiva sobre el misterio insondable que la ciencia era incapaz de entender (o, peor aún, que ocultaba maliciosamente) obligaban al refrito, al sesgo, a convertir todo en un burdo misterio. Al gusto de la época, por supuesto. E ALERTADOS cambiado la fecha de la alerta ovni de Mirapufos del Condadote: lamento informarle de que deberemos esperar otro mes más escondidos tras la Luna". Cosas así. Ahora, de la mano --otra vez-- de la cadena de radio más escuchada del país ("la SER informa", dicen; aunque en este caso podrían poner "la SER deforma") tenemos de nuevo la moda de las alertas platilleras. Y de la mano del nuevo bastión de las estupideces paranormales radiofónicas: Íker Jiménez, un conocido periodista de lo paranormal que ha sabido hacerse un hueco bien acogedor en esa radio, y aprovechando para publicitar los libros que escribe sobre estos insondables misterios, perfectamente prescindibles si no fuera porque, tan llenos de falsedades, son tomados como reportajes periodísticos por demasiados lectores. que montan expediciones buscando calamares gigantes para mayor gloria de ellos mismos y sus ventas de reportajes, un poquito de historia y mitos... y ya has llenado el programa. Luego, claro, el misterioso ser acaba siendo un fragmento podrido de ballena, y eso se olvida convenientemente, porque nunca es noticia la explicación natural, sino el misterio sobrenatural. O a uno le cae encima el programa hecho, porque los militares mexicanos han decidido mandar a tomar viento la racionalidad que se les supondría a las instancias públicas y les ha dado por regalar un avistamiento "anómalo" de tal forma que ni siquiera investigaron mínimamente a Jaime espaldas. Ese tipo de manipulación informativa que haría rasgarse las vestiduras deontológicas a cualquier periodista si se hiciera en otros asuntos. Pero el "periodismo" paranormal, tiene patente de corso. Ahora, de nuevo, una alerta ovni como en los viejos tiempos. Por supuesto, miles de personas miran al cielo esa noche y creen ver las señales extraterrestres. Aunque nunca pasa nada: en esas alertas en la radio nunca vienen los hermanos del espacio, pero todos acaban contentísimos de la que han liado. Porque realmente no se hacen para otra cosa. Una pena: unas semanas antes de esa alerta de la SER, en el cielo sí que estaba pasando algo increíble: Venus transitando por delante del disco solar. Algo que no sucedía desde 1882, y que reunía a miles de aficionados a la astronomía en medio mundo. Con mucho esfuerzo, y empleando casi el boca a boca, los que amamos la astronomía fuimos interesando cada vez a más gente para hablar del tema, y sobre todo para observar el tránsito y poder medirlo, como se había hecho en los siglos anteriores para poder conocer la escala del Universo. Desde luego, se consiguió mucho, y esta vez sí logramos ver un fenómeno inusual en el cielo, un verdadero prodigio extraterrestre. De esos, sin embargo, que a los que venden misterios en la radio no les interesa ni un poquito. En definitiva, lo que tenemos era ya rancio hace años: una programación de radio, unas revistas "de misterios" y unas publicaciones que se repiten continuamente faltas de originalidad. ¡Alertas ovnis! Lo que hay que ver en el tercer milenio. Qué país... Las alertas ovnis, sin embargo, adquirieron una malsana popularidad. Y, posiblemente, se convirtieron también en uno de los primeros casos de contraprogramación entre emisoras rivales. Igual por eso acabaron dejándose de hacer, salvo en Con pasmosa impunidad, en su pequeñas radios locales en las programa se construye un discurque ufólogos con afán de noto- El programa de Íker Jiménez, anunciado en so delirante, el todo vale para la página web de la Cadena SER. riedad y de ir haciéndose un crear el misterio. Y con la habili(Cadena SER) sitio en el mundo de lo paradad de los mercachifles pseudonormal conseguían unas noches de promoción. Ya científicos, consigue elaborar un producto apto se sabe cómo es esto del "periodismo" paranor- para el consumo. Invitas a un científico de vez en mal: uno tiene que hacer méritos a base de hacer- cuando, y recortas sus declaraciones para dejar lo la más grande, más sorprendente, más bestialmen- que te interesa. Charlas con un experto en lo que te increíble. Porque, desde luego, no es un mundo sea, pero no le dejas salirse del tema que a ti te donde se premie otra cosa que el saber auparte interesa. Invitas a unos cuantos colegas para ir pateando a los de abajo. promocionando de forma cruzada las revistas en las que te promocionan a ti. ¿El tema? Es lo de Uno se imaginaba a las tropas de la Confederación menos: un día puede montar una exclusiva con Galáctica a punto de llegar siempre a la Tierra y conexiones interatlánticas porque ha aparecido teniendo que adecuar las fechas de su largo y com- varado en una playa un extraño ser que la ciencia plejo viaje a los dictados de estos santones de la desconoce, y lo mezclas con un poquito de criptoradio... "Comandante Kirk, me indican que han zoología, otro poco de promoción a los amiguetes Imagen de Venus, delante del disco solar el pasado 8 de junio. (A. López) Maussán, un vendedor de platillos extraterrestres que nunca ha tenido el menor empacho en deformar la realidad para que no le fastidie una noticia sorprendente, y aprovecha el Sr. Jiménez la ocasión para, una vez más, largar a los oyentes su dosis de misterios ufológicos. Por supuesto, en la entrevista que monta con Maussán sólo le hace publicidad, y nunca un oyente podrá saber qué catadura moral tiene. De paso, invita a un científico que iba a hablar de otra cosa y fuera de contexto consigue unas declaraciones que le vienen estupendamente para cubrirse las Javier Armentia