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Un marciano en mi buzón (2.1): Exoplanetas y SETI Luis R. González L a ufología nunca ha sido, y nunca será, una ciencia. Si alguna vez entramos en contacto con inteligencias extraterrestres no serán los ufólogos los encargados de hacerlo, sino los científicos. Por ello, me parece oportuno empezar esta nueva entrega de mi larga serie sobre sellos ufológicos (EL ESCÉPTICO ns. 10 a 16 y 18 a 20) mencionando los pocos valores filatélicos dedicados a la verdadera búsqueda científica de seres alienígenas. Este sello, emitido por Francia en 2009 para conmemorar el Año de la Astronomía, apunta el primer paso ¿inevitable? de tal investigación: el hallazgo de planetas en torno a otras estrellas, o exoplanetas. El otro sello, también francés, es bastante más antiguo (de 1970) y hace referencia al observatorio de la Alta Provenza, desde donde años más tarde, el 6 de octubre de 1995, se descubrió el primer exoplaneta en torno a una estrella de la secuencia principal, en concreto en torno a 51Pegasi b. A este respecto resulta asombroso el avance conseguido en apenas veinte años, desde que en 1990 el astrónomo polaco Aleksander Wolseczan y el canadiense Dale A. Frail descubrieran el primero, orbitando en torno al púlsar PSR B1257+12. Dicho hallazgo tuvo lugar desde el famoso radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico. Ese valle circular convertido en instrumento de captación de ondas electromagnéticas cubriendo sus laderas con placas de aluminio ha aparecido en diversas emisiones filatélicas. Como este bloque de 6 valores de 60 céntimos de valor facial diseñados por Richard Scheaff y puesto en circulación el 10 de julio del 2000 en los Estados Unidos. Sobre el fondo de una fotografía del Hubble de la nebulosa del Águila, encontramos las fotografías de los siguientes telescopios y/o observatorios (de izquierda a derecha), varios de los cuales cuentan en su haber con hallazgos de exoplanetas: el escéptico 40 + El telescopio espacial Hubble. + El radiotelescopio "Very Large Array" de la NSF en las llanuras de San Agustín (Nuevo Méjico, EE.UU.). + Los telescopios gemelos de 10 metros (ópticos e infrarrojos) del observatorio Keck en la cima del volcán Mauna Kea (Hawaii, EE.UU.). + Los telescopios ópticos del Cerro Tololo (Chile). + El telescopio de 100 pulgadas del observatorio del monte Wilson (California, EE.UU.). + El radiotelescopio de 305 metros de Arecibo (Puerto Rico). Nuestra atmósfera es un importante obstáculo para la detección de exoplanetas, por lo que no es de extrañar que se hayan desarrollado diversos proyectos espaciales que faciliten dicha búsqueda desde el espacio exterior. En 2006, la agencia espacial europea (ESA) puso en órbita mediante un lanzador Soyuz ruso el COROT, la primera sonda espacial específicamente dedicada a dicha tarea. En Marzo 2009, la NASA lanzó el Kepler, con idéntica misión. Ambos telescopios espaciales ilustraron ese mismo año sendas emisiones filatélicas de Comores y Estados Unidos respectivamente. Existen varias propuestas mucho más ambiciosas. Una de ellas, el proyecto Darwin de la ESA, aparece en este Sobre Primer Día, uno de los seiscientos puestos en circulación por las islas Comores el 1º de julio de 2009. Consistiría en una combinación de entre tres y nueve telescopios espaciales, volando en formación a modo de interferómetro astronómico. Por desgracia, dicho proyecto ha quedado aplazado sine die. Como curiosidad, está claro que el ilustrador de la hojita comorana no estaba familiarizado con la tecnología moderna. Seguramente había oído campanas y confundió la interferometría láser con que los propios telescopios serían unos enormes láseres emitiendo potentes rayos hacia el infinito. nen los fondos. Este sobre conmemorativo norteamericano (matasellado una vez más en Arecibo), está ilustrado con una referencia cómica al último gran recorte de fondos públicos para el proyecto SETI en 1992, y del que todavía no nos hemos recuperado. El siguiente paso sería encontrar vida, aunque sea microbiana. ¿Quién no se acuerda de todo el revuelo organizado en 1996 en torno a unos supuestos fósiles encontrados en un meteorito llegado de Marte y conocido con las siglas ALH84001? Al menos, consiguió su porción de fama filatélica, ilustrando una hojita bloque emitida por la Guayana inglesa ese mismo año. Una alternativa de comunicación mucho más lenta (por decir algo) son las distintas placas que se han enviado al espacio a bordo de todas nuestras sondas interestelares, quizá tratando de que quede algún vestigio de nuestra existencia si alguien las encuentra en un lejano futuro. Esta muestra filatélica de Paraguay reproduce parte de la placa enviada en los Pioneer 10 y 11 (y que algunos mojigatos han calificado de pornografía espacial) mostrando a una pareja desnuda de la especie constructora de la nave y su punto de origen. Y es que el simple hallazgo de exoplanetas, con ser mucho, resulta insuficiente para nuestros deseos. No nos basta siquiera encontrar planetas con vida microbiana, vegetal o animal, sino que aspiramos a descubrir seres inteligentes, civilizaciones extraterrestres y comunicarnos con ellas: el proyecto SETI. Así, este sello de la ex república soviética de Moldavia (puesto en circulación en 1991) está dedicado al diálogo entre civilizaciones interplanetarias. Nuestro primer intento serio fue conmemorado en 1990 por la ex república independiente de Venda (creada durante el apartheid, ahora está integrada en Sudáfrica), reproduciendo el mensaje binario lanzado al espacio por Frank Drake desde el radiotelescopio de Arecibo el 16 de noviembre de 1974, dentro de una colección de varios valores dedicada a la historia de la escritura. Aunque, claro, tal diálogo sólo será posible si se mantie- Ello nos permite terminar este artículo con el único sello dedicado hasta el momento a uno de nuestros escépticos favoritos, principal impulsor de la idea de incorporar esas placas (o similares) en todas aquellas sondas que abandonen nuestro Sistema Solar: Carl Sagan. Formaba parte de una emisión de tres valores diseñados por Paul Puvilland y puestos en circulación por la república de Guinea el 7 de diciembre de 2007 para conmemorar el Año Internacional de la Heliofísica. Próxima entrega: OVNIS y ciencia ficción El autor desea agradecer la colaboración de Giancarlo D'Alessandro, ufólogo italiano editor del "PHILCAT. Catalogo di UFOfilatelia" disponible en la red: http://web.tiscalinet.it/Giada/ Asimismo, agradecería la colaboración de los lectores, para ampliar la casuística filatelico-ufológica y pone a su disposición éstos y muchos otros sellos de temática espacial para todo tipo de exposiciones. 41 el escéptico