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Editorial Jorge J. Frías Vicepresidente de ARP-SAPC E l tiempo es, para nuestra publicación, una auténtica espada de Damocles que nos amenaza constantemente. Ocurre que, casi sin darnos cuenta, hemos llegado a cumplir quince años. Tres lustros que celebraremos debidamente en nuestra próxima entrega. Antes, nos queda el presente ejemplar, que es y no es un número cualquiera. Es un número como otro, donde se habla de ovnis, de medicinas alternativas, de supercherías y pseudociencia. Ignoro cuál ha sido el tema sobre el que más se ha hablado en la revista durante toda su vida, pero ha ido también en consonancia con las inquietudes de los colaboradores de El Escéptico. Las actuales pasan por avanzar en las temáticas que más influencia tienen en la sociedad, como son el laicismo, la educación, la política o la economía. En el momento en el que estoy escribiendo este editorial, un señor de la Reserva Federal de los Estados Unidos ha realizado una serie de declaraciones que han provocado - según nos cuentan los informativos - una caída generalizada en bolsas de todo el mundo. Antes, alguien del FMI que nadie conoce, parece dar órdenes a nuestro gobierno sobre cómo deben ser las políticas para generar más riqueza a costa de bajar salarios. Entiendo que estas personas pueden responden a intereses claros, pero mi duda está en si realmente saben llegar a ellos de una forma lógica, o simplemente actúan como meros brujos o charlatanes. Si algo hemos aprendido en estos años de crisis, es que sabíamos muy poco de economía, incluidos los políticos y economistas, enzarzados en una batalla dialéctica, ideológica e interesada. A ellos les debemos exigir el máximo rigor, claridad y responsabilidad para con los ciudadanos, sobre todo los más desfavorecidos. ¿Puede una revista como la nuestra, en el contexto de una asociación como ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, hablar sobre política o economía? La respuesta la damos en la introducción a nuestro dossier. Entiendo que, al aplicar el pensamiento crítico a la política corremos el riesgo de que se politice el mundo del escep- ticismo máxime cuando los autores tienen sus propias ideas políticas, y hasta carné de algún partido político -. Pero ese es un problema, a mi entender, que va más allá de esta publicación. Es responsabilidad de autores y lectores aplicar todas las herramientas de las que hacemos gala, dejar a un lado nuestros sentimientos y afinidades políticas, y analizar con objetividad los temas a los que aluden los artículos de nuestro dossier. Quien entienda la economía como un combate de boxeo entre dos facciones irreconciliables e incompatibles, aquí se va a encontrar en un ring equivocado. En primer lugar, porque no es cierto que solo pueda haber dos posturas posibles, irreconciliables, y en segundo, porque no tiene por qué haber un ganador. Es más, cabe la posibilidad de que los dos contendientes solo se estén noqueando inútilmente a sí mismos. Sin salir del tema, hemos querido dar un hueco de última hora a la posición de ARP-SAPC sobre la futura ley de educación, la llamada «ley Wert»; junto a la publicación de un artículo de opinión de Juan Antonio Aguilera Mochón al respecto. Más allá de la polémica sobre la necesidad de una ley como ésta, asociada a un conjunto de recortes en los presupuestos en educación, la ley Wert pretende dar a la asignatura de religión un protagonismo impropio de un país como el nuestro. Un paso atrás, sin duda, en las pretensiones de buscar una sociedad laica. Sobre los peligros del protagonismo de la religión en los poderes de un país recomiendo leer la crónica de la visita de Sanal Emadaruku a España. Ha sido un honor traer al presidente de los racionalistas hindúes para escuchar de viva voz las barbaridades que ocurren en su país, donde el delito de blasfemia permite encarcelar a los ciudadanos por tiempo indefinido de forma «preventiva». También ha sido muy gratificante colaborar con las otras dos asociaciones participantes, Círculo Escéptico y Europa Laica, pues ninguna de las tres hubiéramos podido traer a Sanal a una gira tan larga de forma independiente. Es un fabuloso precedente que, confío, no se quedará en esta única colaboración. primavera-verano 2013 7 el escéptico