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el circo paranormal Y, no sin emoción, montó su cutrescopio en la ventana del decimocuarto piso que da al Oeste, y con toda la familia gozó, y bien que gozó, del inusitado panorama. En la imagen invertida del newtoniano, Venus a la izquierda, y a su lado el siempre majestuoso Júpiter, luciendo sus bandas oscuras en posición vertical. Sobre el gran planeta, tres de los satélites galileanos: uno en lo más alto, y dos emparejados entre éste y el planeta; bajo él, el cuarto satélite. Una composición equilibrada, majestuosa, en la que sólo faltaba el monolito negro que nos transportase a estados alterados de conciencia. Pero no había monolito, y la conciencia alterada estaba ahí fuera, en los que en lugar de utilizar la razón tras rascarse la cabeza, prefirieron ver naves al ataque, objetos que descendían velozmente sobre nosotros o, lo que me resulta más terrorífico, un avión parado en medio de la noche. Y es que los 23-F no gana uno para sustos. Aunque para sustos, la verdad, me quedo con los de este año. JOSÉ MARÍA BELLO sugiere la lectura de Blanco y Negro de la Mujer, el nuevo suplemento del fin de semana del diario Abc. Este viejo, formal y conservador periódico parece haberse decidido a un cambio, un aggiornamento que se decía en mis años mozos, y para ello se apuntó a la moda de lo paranormal publicando en fascículos coleccionables una infumable serie dedicada a los llamados fenómenos ocultos. Y hace unos meses, con la reestructuración de los suplementos del fin de semana, y cuando buscaba la sección de ciencia en el de cultura -sección que ha pasado a mejor vida: la ciencia no debe ser ya cultura-, me encontré con el desdoblamiento por sexos del Blanco y Negro, especie de Biblia de la burguesía española durante la primera mitad de este siglo. En portada, la primera en la frente. Cito textualmente: El secreto de la felicidad: ¿tiene su casa un buen Feng Shui ? Para aquéllos no versados en supersticiones orientalistas ni en las llamadas ciencias milenarias chinas, esta leyenda de importación tiene que ver con la orientación de la vivienda, sus puertas y ventanas, la decoración de la misma y otras cuestiones de diseño arquitectónico y de interiores. Pero no piensen que detrás de esta ciencia milenaria china de la que todo el mundo habla, tal y como la define pomposamente la autora de este reportaje, está el buen sentido común de buscar orientaciones según la luz y la trayectoria aparente del sol a fin de evitar calores en verano y tener nuestra vivienda caldeada en invierno. Ni evitar corrientes mediante puertas y ventanas inadecuadamente distribuidas, ni crear ambientes de mayor o menor intimidad. No. El Feng Shui -viento y agua, según traduce la reportera- se basa en ERNESTO J. CARMENA Nueva Era en blanco y negro El género de credulidad es femenino, aunque ésta esté repartida por igual y generosamente entre ambos sexos. No obstante, en una cultura como la nuestra, que ya en la cuna viste a unas de rosa y a otros de azul, parece que hay creencias, fábulas y supersticiones más propias de las mujeres que de los hombres, y viceversa. O, al menos, así nos lo presentan los medios de comunicación, pues basta con ver un programa de televisión pensado fundamentalmente para una audiencia femenina o las revistas para las mujeres para comprobar el continuo e imparable avance de las patochadas, ficciones fraudulentas e irracionalidades varias que abundan en el esoterismo de boutique de la Nueva Era. Todo esto y más es lo que me 40 ( Primavera 1999) el escéptico