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Un marciano en mi buzón (2.2): ovnis y ciencia ficción Luis R. González Y Fig.1 a comenté en una anterior entrega como la imagen del "feto espacial" al final de la película 2001 precedía en varios años a las descripciones de los primeros Grises (El Escéptico nº 12, p. 65). Hoy, aprovechando estos bellos Sobres Primer Día emitidos en 2008 con ocasión del fallecimiento de Arthur C. Clarke, (el texto menciona sus famosas tres "leyes" y el detalle de que tanto un asteroide como un dinosaurio han sido bautizados con su nombre) quiero mencionar otra curiosa relación ufológica, el caso de Lee Parrish: 27 de Enero de 1977 Prospect, Kentucky (EE.UU). De madrugada (1:05 AM), Lee Parrish, 19 años, camionero, volvía de casa de su novia cuando un objeto rectangular brillante captó su atención. No podía apartar la mirada, la radio del coche falló y le pareció que perdía el control del vehículo. Continuó mirando al objeto hasta que llegó casi debajo del mismo, momento en que éste se alejó a gran velocidad. Cuando llegó a la casa, su madre comentó que tenía los ojos inyectados en sangre y el trayecto había durado 40 minutos más de lo normal. La madre contactó con unos ufólogos que visitaron al testigo ese mismo día. Fue puesto bajo hipnosis, obteniéndose los siguientes detalles. Cuando el objeto llegó a su altura todo se puso negro y al recobrar la vista, Lee estaba en una habitación circular de unos 6 m, toda blanca. A su izquierda había un gran monolito negro de 5 a 6 m de alto, terminado en forma redondeada (del mismo salía una especie de bra- zo articulado). A la derecha había otro objeto rectangular de color rojo, con un brazo rígido; y al frente un objeto blanco, rectangular y brillante. Lee está convencido de que estaban vivos. Los brazos de ambos lados lo tocaron distintas partes del cuerpo (espalda, detrás de la oreja, etc.) causándole dolor, y al terminar el objeto rojo pareció fundirse con el blanco y a continuación, ambos se fundieron con el monolito negro que repentinamente desapareció. Al momento, Lee se encontró de nuevo en su automóvil de vuelta a casa. El testigo piensa que habían examinado su composición química y que volverían a contactar con él. En el artículo del IUR se comenta que el testigo asegura haber visto ovnis varias veces con anterioridad. Fuentes: International UFO Reporter 2:4, abril 1977. Basado en una ilustración de Don Etkins 43 el escéptico Fig. 2 Fig. 3 Nadie, antes ni después, ha descrito nunca nada similar. ¿Se trató del largamente ansiado encuentro con inteligencias extraterrestres, o quizá el relato fue fruto de la imaginación del testigo, desbocada bajo la hipnosis (quizá tras haber visto la película de Kubrick)? Me encantaría que, de alguna forma, Clarke hubiese realizado otra predicción acertada. Al cumplirse el primer centenario de la muerte de Julio Verne hubo un verdadero diluvio de sellos temáticos al respecto. Algunos incluyeron también platillos volantes, como esta serie de la república de Congo, donde aparecen en un Sobre Primer Día bajo el epígrafe "Los mundos fantásticos de Julio Verne" junto con otros tipos de naves espaciales dibujadas por el famoso ilustrador de ciencia ficción Chris Foss. Aunque muchos puedan pensarlo, la relación de Julio Verne con la ufología no proviene de sus novelas sobre el viaje a la Luna, si bien es cierto que también sus protagonistas se cruzaron con un misterioso objeto celeste, como se dice que le ocurrió al Apolo 11. En el caso de Verne era una hipotética segunda luna (como la hoy llamada Cruithne) mientras que en el caso de los astronautas americanos los ufólogos hablan de ovnis, aunque los escépticos consideran que sería más bien alguna de las etapas propulsoras ya desechadas del enorme cohete Saturno 5. Sea como fuere, ello Fig.4 nos da excusa para mostrar un par de escenas de la novela, ilustradas en otra modalidad de coleccionismo, ahora ya políticamente incorrecta: las vitolas de puros. La siguiente hojita bloque (puesta en circulación el 11 de enero de 2005 por Liberia, en África) nos recuerda las novelas de Verne Robur el Conquistador y El Amo del Mundo donde predecía un invento muy similar a esa nave aérea supuestamente observada en los cielos norteamericanos en 1896-97, y que algunos han considerado precursora de los platillos volantes. En el sello de la parte inferior derecha podemos ver a Vincent Price como Robur en la cabina de su nave, según la película de 1961 cuyo guión fue elaborado por Richard Mathesson (el famoso autor de El hombre menguante) combinando las dos novelas antes mencionadas. Apelando a coincidencias de este estilo, algunos escritores de misterios (como José Antonio Caravaca, en un libro de 2007 titulado La última profecía de Julio Verne), a imitación del poco disimulado racismo de Von Däniken cuando pretende que nuestros antepasados eran incapaces de los logros tecnológicos que atribuye a seres extraterrestres, tratan de sustituir la desbordante fantasía de un magnífico escritor por unos supuestos poderes paranormales para la (mala) profecía. De todas formas, los avistamientos de la "nave aérea" de 1896-97 en los Estados Unidos (y en otros países en años posteriores) resultan fascinantes aunque sólo sea porque en ellos podemos encontrar todos los elementos del posterior fenómeno ovni (desde observaciones de las naves aéreas más variadas hasta encuentros con sus tripulantes, abducciones e incluso varias naves estrelladas). Quisiera terminar este apartado con una bella hojita bloque emitida en 1972 por Manama (la capital de Bahrein, uno de los cinco emiratos de Golfo Pérsico) para conmemorar el vuelo del Apolo 16. Nos muestra la huella del primer hombre Fig. 5 el escéptico 44 en la Luna. Insertada en dicha imagen, aparece el sello, una nave aérea con alas oscilantes como las de los pájaros y un rayo ventral. Aunque el ilustrador la relaciona con Julio Verne, en realidad dicho artilugio fue imaginado para la Feria Panamericana Mundial de Buffalo (Nueva York, EE.UU) en 1901, donde los visitantes podían viajar a bordo del mismo hasta la Luna y asistir a un espectáculo teatral con selenitas (en realidad, enanos disfrazados)1 Acabaremos esta entrega con un breve repaso a las pocas emisiones filatélicas dedicadas a la literatura de ciencia ficción. La principal sería este bloque de 16 valores puesto en circulación por la república italiana de San Marino el 28 de agosto de 1998 para celebrar el primer siglo de esta literatura. Parece que escogieron como hito fundacional La guerra de los mundos de H.G. Wells, olvidando que, por ejemplo, 20 000 leguas de viaje submarino de Verne (el primer sello del bloque) es varios años anterior. Cosas de los ilustradores. Todos los sellos están dedicado a obras y autores muy conocidos, excepto por la concesión al patriotismo, ese tal Roberto Vacca y su obra de 1971 sobre un escenario apocalíptico. Sólo un editor de ciencia ficción ha alcanzado la gloria filatélica, aunque nadie podrá cuestionar sus méritos. Se trata de Hugo Gernsback (1884-1967), un inventor luxemburgués nacionalizado estadounidense, más recordado por ser el primero en publicar una revista de este género, Amazing Stories en 1926. Por ello, y algunas cosas más, se le considera uno de los Padres de la ciencia ficción. El sello que vemos aquí fue emitido el 28 de octubre de 2007 para las conmemoraciones de su ciudad natal (Mamer) con ocasión de los cuarenta años de su fallecimiento. Fig. 7 Fig. 6 Curiosamente, su última obra Ultimate Worlds (escrita en 1958 pero inédita hasta 1971) nos presenta a seres alienígenas responsables de una oleada de `sexcuestros" masivos: parejas secuestradas son colocadas en estado de ingravidez y forzadas a copular una y otra vez mediante telehipnosis. Al despertar descubren pinchazos en sus cuerpos, pues han sido inseminados artificialmente. Sus secuestradores alienígenas tienen grandes cabezas y ojos enormes. También secuestran niños a los que añaden órganos telepáticos en el cerebro para convertirlos en superhombres que conquisten la Tierra. ¿Os suena de algo? Dejando aparte las emisiones dedicadas al cine y la televisión, solo he podido encontrar estos tres ejemplos de extraterrestres filatélicos en obras de ciencia-ficción. Corresponden a varias hojitas bloque de una serie emitida por Sierra Leona en 1996 bajo el epígrafe "Fantasías del mar". El autor de la última hoja tiene una especial relevancia para nosotros. No solo porque su obra más famosa Who Goes There? sirvió de inspiración para la película de 1951 (y posterior remake) El enigma de otro mundo, ni por su papel como uno de los creadores de la edad dorada de la ciencia ficción en los Estados Unidos, desde su puesto de editor de Astounding (cargo que mantuvo desde 1937 hasta su muerte) a quien el propio Asimov reconocía como co-autor de sus famosas tres Leyes de la Robótica. John W(ood) Campbell Jr. (1910-1971) también tuvo un lado negativo, impulsando pseudo-religiones como la Dianética (o Cienciología), presentada ante el público indefenso por el escritor L. Ron Hubbard en el número de mayo de 1950 de Astounding. Próxima entrega: OVNIS y fenómenos naturales ______________________________________________ El autor desea agradecer la colaboración de Giancarlo D'Alessandro, ufólogo italiano editor del "PHILCAT. Catalogo di UFOfilatelia" disponible en la red: http://web.tiscalinet.it/Giada/ Asimismo, agradecería la colaboración de los lectores, para ampliar la casuística filatelico-ufológica y pone a su disposición éstos y muchos otros sellos de temática espacial para todo tipo de exposiciones. NOTAS 1. Los grises son el estereotipo de extraterrestres, de color grisáceo, ojos grandes y una pequeña y fina boca casi imperceptible. 45 el escéptico